Pepín Liria reconoce que la petición de oreja no era mayoritaria
,Otra vez se ha encontrado Pepín Liria con un presidente que no le ha concedido la oreja que el público solicitó tras la muerte del segundo toro de la corrida. Pero en esta ocasión el propio torero reconoce que el presidente estuvo acertado al no concederle el trofeo. "Tengo que admitir que no había mayoría de pañuelos en los tendidos. Yo voy siempre con la verdad y la honradez por delante y no voy a decir ahora que tenían que haberme dado esa oreja".También Pepín se muestra sincero cuando se trata de juzgar el comportamiento de los toros que le correspondieron. "Ese quinto toro de Astolfi ha sido muy complicado", dice. Y se queja de que esos astados faltos de fuerza "siempre presentan los mismos problemas." Afirma que lo típico de los toros flojos es "que no les puedes bajar la mano, porque si se la bajas, se caen. Y si los llevas a media altura te pegan el hachazo y te ponen los pitones en la cara".
Tampoco dio facilidades el toro a la hora de meterle la espada."Tenía los pitones hacia atrás y estaba ahogado de cuello. Además, esperaba con peligro cada vez que intentaba ir a por él."
En cambio, el segundo toro "empezó metiendo muy bien la cabeza", según el torero. Después empezó a sangrar en abundancia por los boquetes de los puyazos y perdió fuerza, y Pepín dice que "el toro se me fue viniendo abajo". A pesar de ello, el diestro está convencido de que lo ha toreado bien "sobre todo -dice- por el pitón izquierdo".
Cuando se le hace ver que mató bien a ese enemigo, el torero murciano saca de nuevo su sentido de la verdad y la honradez. "Bueno, la verdad es que la estocada me quedó un poco baja. Pero yo entré a matarlo con mucha fe, porque creo que el toro se merecía una buena muerte"
Muchos espectadores lo pasaron en grande con los saltos al callejón de dos de los toros lidiados. A algunos, que no lo habían visto nunca, les dio la risa nerviosa y llegaron a creer que los morlacos podrían llegar, incluso, al tendido. Fue la nota anecdótica y un tanto jocosa de la corrida.
Vuelven Robleño y Barea
Por otra parte, los aficionados recibían con agrado la noticia de que los novilleros Antonio Barea y Fernando Robleño, que habían resultado heridos de gravedad durante la novillada del pasado martes en Las Ventas, van a contar con una nueva oportunidad. La empresa ha entrado en conversaciones con ellos y les ha propuesto medirse, mano a mano, en una novillada que se celebraría el 11 de junio, fecha del primer festejo que se dará en la plaza madrileña una vez finalizado el abono y antes de la corrida de Beneficiencia, que tendrá lugar el jueves siguiente, 15 de junio.
Ambos novilleros siguen hospitalizados y se recuperan de sus heridas de modo favorable, a la espera de que, una vez dados de alta, puedan volver a sus domicilios.
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