El lento camino de la montaña al mar
La calle de Aribau es la más lenta de Barcelona para el tráfico de rodado. Su velocidad media en los 2.500 metros que tiene de recorrido (entre Gran Via y Via Augusta) es de 14,6 kilómetros por hora. Puede llegar a 19 km/h si no hay congestión y cae hasta la mitad justa (9,5 km/h) cuando se llena de vehículos. Los datos de Aribau son casi extrapolables al resto de vías que recorren Barcelona en el sentido mar-montaña o viceversa, todas ellas con un tráfico mucho más lento que las arterias que circulan paralelas al mar, según datos que figuran en el estudio sobre el coste del tráfico barcelonés encargado por la Autoridad del Transporte Metropolitano y elaborado por un equipo de profesores universitarios.El informe recoge las velocidades medias de 20 itinerarios barceloneses: 12 interiores (seis transversales y seis perpendiculares al mar), cuatro de conexión externa y otros cuatro situados en las rondas barcelonesas. Las vía más rápidas en el interior son las transversales, donde se alcanzan velocidades medias por encima incluso de algunas vías de conectividad externa. Es el caso de la Ronda del Mig, que permite velocidades que superan los 30 km/h entre la plaza de Cerdà y la calle de Cartagena (un total de 7.672 metros en cada sentido), en cualquiera de las dos direcciones de la marcha.
Pero también la Gran Via, entre las plazas de Espanya y Glòries (4.148 metros), con una velocidad media de 27,3 km/h, por encima de los 26,1 que registra la Meridiana de salida. Cruzar Aragó también es rápido: se hace a una media de 22,8 km/h.
La calles perpendiculares, en cambio, ven restringida drásticamente la velocidad. Así, no es de extrañar que la segunda vía más lenta sea la gemela a Aribau: Muntaner, en el mismo recorrido (Via Augusta-Gran Via), pero en en sentido inverso. La velocidad media del tráfico es de 14,7 kilómetros. Balmes, entre la plaza de Molina y la Gran Via, registra 16,8 kilómetros de media, igual que el itinerario de subida (desde plaza de Catalunya a Diagonal, por paseo de Gràcia, para enlazar con la Via Augusta a través de la Diagonal). Otras dos vías transversales, Mallorca y Valencia, registran velocidades similares. En el primer caso, los coches que entran por la Meridiana para cruzar la ciudad alcanzan medias de 19,7 km/h, mientras que en la calle contigua, que tiene sentido inverso, la velocidad media es de 19,1 km/h.
La velocidad en calles que no cruzan la ciudad de extremo a extremo es, en general, mayor que la de las vías perpendiculares y menor que las transversales. Es el caso de la Rambla o de Via Laietana y Urgell, todas ellas con velocidades medias ligeramente superiores a los 16 kilómetros por hora.
Los ingenieros expertos en tráfico explican que Barcelona dispone de buena conexión transversal y mala perpendicular. Hasta el punto de que, coincidiendo con la presentación del estudio sobre le tráfico, algunos de ellos ironizaban sobre la oportunidad de haber construido el túnel de Mitre, que no ha mejorado la velocidad transversal y ha empeorado, en cambio, la de penetración en la ciudad.
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