El Gobierno serbio interviene la emisora de televisión más importante de la oposición

El Gobierno serbio propinó ayer un certero golpe contra los medios de comunicación favorables a los opositores al régimen del presidente Slobodan Milosevic mediante la toma del control por la fuerza de una influyente emisora de televisión y de varias estaciones de radio bajo la acusación de incitación a un alzamiento violento contra el Ejecutivo de Milosevic. La televisión Studio B estaba dirigida por el Ayuntamiento de Belgrado, en manos del Partido de la Renovación Serbia, el mayor partido de la oposición, cuyo líder es Vuk Draskovic, destacado rival político de Milosevic.

A las dos de la madrugada (hora local), cientos de policías irrumpieron. "Puedo asegurar que no existe base legal. Studio B no ha hecho ningún llamamiento para derrocar a las autoridades legalmente elegidas", subrayó Dragan Kojadinovic, director responsable de Studio B. Un comunicado oficial de la televisión señaló que las emisiones continuarán, aunque bajo la nueva dirección impuesta por el Gobierno.La televisión incautada, Studio B, está considerada como la emisora más importante de la oposición. Sus emisiones han sido a menudo interrumpidas por las autoridades serbias. Kojadinovic informó ayer de que otro importante medio de comunicación de la oposición, la emisora de radio B2-92, también había sido clausurada por la policía. En el mismo edificio de la emisora de televisión se encuentra el diario independiente Blic, cuyos periodistas no pudieron acceder ayer a sus puestos de trabajo.

"Éste es un acto destinado básicamente a destruir a todos los medios de comunicación independientes de Serbia", señaló Freimut Duve, representante de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) en Viena.

La oposición serbia ha venido denunciando repetidamente en los últimos meses que Milosevic se ha valido del estado de emergencia para instaurar una dictadura encubierta.

"Este movimiento significa la entrada en una dictadura en toda regla", destacó el exprimer ministro yugoslavo Milan Panic.

La acción policial serbia fue lamentada ayer por el comisario europeo de Relaciones Exteriores, el británico Chris Patten, quien calificó el hecho de "cobarde". "Sólo un Estado que tiene miedo a la verdad envía hombres enmascarados a estudios de radio y televisión; sólo un régimen decidido a intentar aislar completamente a Serbia del resto de Europa podía concebir comportarse de esta manera", señaló.

Por su parte, el representante de politíca exterior de la Unión Europea, Javier Solana, subrayó que lo ocurrido en Belgrado "silencia voces importantes y constituye una negación de la democracia y una violación de la libertad de expresión".

Estados Unidos también condenó ayer la acción que el portavoz del Departamento de Estado calificó de "desesperada opresión de estilo bolchevique"

El Instituto Internacional de la Prensa (IPI), con sede en Viena, se sumó a las críticas al Gobierno serbio. En una carta abierta al presidente serbio Milan Milutinovuc, el IPI señaló que la intervención constituye una violación grave de la Declaración de los Derechos Humanos que recoge la libertad de transmitir información.