Gloria Estefan recrea la diversidad en 'Alma caribeña', su nuevo disco

El matrimonio Estefan no llegó ayer a Madrid para hablar de política, sino del nuevo disco de la cantante, Alma caribeña, pero resultó inevitable hacerlo. Gloria prefiere mostrarse ecuánime en sus críticas a la Cuba de Castro, pero Emilio es bastante más radical. El que muchos consideran como el productor más influyente en la música latina admite no interesarse por la música que se hace en la isla y ni siquiera ha querido escuchar el célebre disco Buena Vista Social Club.

Él, como de costumbre, vestido de negro. Ella, como hace con cada disco, estrenando peinado y con la piel de un color bastante pálido para vivir en Miami. Acudieron juntos a una rueda de prensa en la que se habló tanto de su nuevo disco como de política. Afuera, un pequeño grupo de manifestantes protestaba por la presencia de la pareja.Alma caribeña es, en cierta forma, la continuación de una idea, casi de una estrategia. "Todo empezó con Mi tierra, en la que incluíamos canciones cubanas o caribeñas originales que parecieran antiguas, con letras como las de la época de mi abuela e instrumentos tradicionales", explica Gloria Estefan. "Alma caribeña es más atrevido, hay más fusión, lo hemos hecho sin restricciones creativas. En cuanto a lo musical, predomina lo cubano, con el son y un viejo ritmo llamado caballito, pero también tiene algo de salsa de los años setenta, tipo Fania; bachata dominicana y murga panameña".

Entre las colaboraciones especiales figuran dos: el puertorriqueño José Feliciano y la también cubana Celia Cruz. "Emilio me ponía canciones de José Feliciano cuando éramos novios", rememoró. "En cuanto a Celia, canto con ella una canción que habla de las abuelas y de la forma en que transmiten la cultura cubana. Hace años que quería encontrar un tema para cantarlo con ella".

La sombra del pequeño Elián sigue a los pies de esta pareja, que no dudó en manifestarse en Miami del lado del exilio cubano. "La comunidad cubana en Miami es pluralista, no todos piensan de la misma manera", dijo ella. La intransigencia de un sector del exilio cubano en Miami tiene otra faceta en la prohibición de actuar a artistas de la isla que hay en esa ciudad. Emilio Estefan pidió comprensión: "Creo que hay que respetar el dolor del exilio, las muertes y las familias divididas. Llevamos 40 años de dictadura y son cosas que no se olvidan de una generación a otra.".