Cinco muertos y ocho heridos al estallar una empresa pirotécnica en Valencia

Cinco personas murieron y otras ocho resultaron heridas, una de ellas con quemaduras en casi el 100% del cuerpo, en la explosión y el posterior incendio que ayer redujo a cenizas la pirotecnia Hermanos Borredá, en Rafelcofer (Valencia). A última hora de ayer, los bomberos aún trabajaban en la zona afectada para evitar nuevas explosiones y seguían buscando posibles víctimas. Fuentes de la Generalitat valenciana señalaron que la pirotecnia, que sufrió otro siniestro en 1991 en el que murió un empleado, había pasado hace casi un año la inspección anual.

En las 35 casetas de la instalación trabajaban en el momento de la explosión unos 14 empleados, aunque justo en ese momento se producía el cambio de turno y se sospecha que en el recinto podía haber podría haber más personas que habían acudido a comprar productos pirotécnicos. En un primer momento, las autoridades informaron de que había dos trabajadores desaparecidos, aunque finalmente una empleada fue localizado en su casa. Los trabajos de rescate se veían dificultados por el temor a nuevas explosiones y a primera hora de la noche aún se rastreaba entre las ruinas de la fábrica con perros especialmente entrenados en busca de posibles víctimas.La onda expansiva afectó al monte próximo al almacén, situado en la partida conocida como El Rabat. La Generalitat montó un dispositivo de coordinación y de mando único de las fuerzas de seguridad. Efectivos aéreos procedentes de Alicante y Valencia permanecieron trabajando durante toda la jornada en el control y el enfriamiento de la zona afectada por el fuego ante el peligro de nuevas explosiones y el temor a que las llamas llegasen a una urbanización cercana. Al lugar del suceso acudió el consejero de Justicia, Serafín Castellano, quien a ultima hora de ayer todavía no había confirmado las causas del siniestro.

A última hora de ayer tan sólo se había identificado a tres de las cinco víctimas mortales. Según informó el consejero de Sanidad, José Emilio Cervera, entre los fallecidos están Bautista Gosp Gosp, Inmaculada Bañuls Millet y Rafael Ferrer. En el hospital La Fe de Valencia permanecía anoche en estado crítico Vicente Camarena Serrano, con casi el 100% del cuerpo quemado. Otros heridos graves son Rogelia Ferrer Rocher, que tiene un fuerte hematoma y está hospitalizada en el Francesc de Borja, de Gandia, y Encarna Ruiz Gutiérrez, que tiene fracturadas la cadera y la sacra y está en el Hospital de La Ribera, en Alzira.

Cinco heridos leves ya han abandonado los hospitales, donde fueron tratados de esguinces, úlceras en la córnea, escoriaciones y pequeñas fracturas. Son Rosario Bañuls, Rosa María Ferrer Rocher, Francisco Rodríguez Seco, Amparo Borreda Broseta y Amparo Burguera Borreda. El dueño de la empresa, Vicent Borredá, estimaba que podía haber entre 15 y 18 personas dentro de la fábrica en el momento de la explosión.

La explosión se originó en la caseta dedicada a la fabricación de candelas romanas. De allí se extendió por simpatía al resto de las casetas del taller de los hermanos Borredá, según manifestó Fernando Trotonda, ex trabajador del almacén. Trotonda acudió al lugar poco después de la explosión requerido por los bomberos. Según el testigo, las candelas romanas son tubos que llevan dentro varios efectos pirotécnicos de gran potencia. En la caseta se encontraba trabajando una persona.

El taller de los hermanos Borredá sufrió también en 1991 un accidente en el que falleció uno de los trabajadores. Fuentes de la Conselleria de Industria señalaron que la empresa, que pasó el 29 de junio pasado la inspección anual, "cumple con la reglamentación y todo está en regla". No obstante, los inspectores hicieron una recomendación, que consta en el acta de inspección, para mejorar la prevención de riesgos laborales en una parte del almacén, para lo que la empresa Hermanos Borredá había presentado un proyecto.

Según el reglamento en materia de seguridad, los talleres de pirotecnia de primera clase deben ubicarse a 3,5 kilómetros de la población. La pirotecnia Borredá, creada en 1953, está situada a apenas 900 metros de distancia del casco urbano de Rafelcofer. A pesar de la proximidad, la explosión no afectó a ninguna residencia.

En el Ayuntamiento de Rafelcofer se estableció un dispositivo de apoyo y ayuda a los afectados por el siniestro. Un equipo de psicólogos atendía a los familiares de los fallecidos. La Generalitat valenciana ha declarado un día de luto por las víctimas.