_
_
_
_
FERIA DE TALAVERA

"¡Ya podrán!"

Cuando en aquellos lejanos días en los que éramos niños, el grandullón de la clase la emprendía a sopapos y empellones, en pleno recreo colegial, con el pequeñajo de la clase al que tenía manía, los demás increpábamos al abusón con gritos de "¡ya podrás, ya podrás!". Era la manifestación de la rabia por ver el abuso de la fuerza sobre la debilidad.Ese grito de "¡ya podrás!" se echa hoy de menos en las plazas de toros, cuando un torero, al que por algo se le llama diestro, sale a abusar de su dominio y de su técnica con un torete canijo y absolutamente falto de fuerzas. Ese grito, naturalmente, se echó ayer de menos en los tendidos del coso de Talavera. Por el contrario, cuando el matador, después de andar poco menos que a gorrazos con sus enemigos terminaba con ellos de cualquier manera (y cualquier manera es, por ejemplo, un bajonazo) el público se volvía al palco presidencial a exigir más con el grito que con el pañuelo, la oreja. Por lo visto, nadie había apreciado abuso de potencia por parte de los toreros.

Castillejo / Finito, Cordobés, Mora Toros de Castillejo de Huebra, anovillados e inválidos

Con todos, a excepción del 2º, se simuló la suerte de varas. Finito de Córdoba: pinchazo y estocada corta perpendicular (silencio); pinchazo y estocada corta (oreja). El Cordobés: estocada atravesada, rueda de peones y se echa el toro (oreja); dos pinchazos y estocada. Le perdonaron un aviso (silencio). Eugenio de Mora: media estocada (oreja); bajonazo (oreja). Salió a hombros por la puerta grande. Plaza de Talavera. 14 de mayo. Primera corrida de las fiestas. Media entrada.

Cuatro orejitas se repartieron los espadas de esta primera corrida de las programadas en honor de la patrona del pueblo. Cuatro orejitas conseguidas sin esfuerzo alguno, sobre todo la que Eugenio de Mora le cortó al sexto. Fue un toro al que ni siquiera picaron, porque estaba inválido total. Con él estuvo el toledano ligero, fácil y sin despeinarse. Los derechazos de siempre, cuando estaba el toro todavía en pie, y el bajonazo para asegurarse la puerta grande. Y a sentarse, rápidamente, en las cervicales del costalero.

Había estado mejor Eugenio en el tercero, con el que hizo el mejor toreo que se vio en la tarde. Los sacó a los medios con pases por alto, para evitarle los trompicones y luego lo toreó, entre caída y caída del animal, de modo templado y solemne. Estuvo el de Mora muy a gusto con el inválido.

Finito tuvo dos bichejos absolutamente tullidos. Nada de lo que les hizo a ambos llegó al público. Acompañó los viajes del primero, por el pitón derecho, a media altura, sin obligarle para nada, porque no podía ser. Con la izquierda, naturales que le salieron muy ensuciaditos.

Pasó al cuarto la mayoría de su tiempo por alto y como al final, al comprobar la buena clase de toro, se entonó un poco y le dio una ración de pico de muleta, le cortó la orejita.

El Cordobés tuvo la fortuna de que le correspondieran dos toros con algo más de fuerza. Le dieron una vara a su primero y ni siquiera rozaron a su segundo. Con ellos hizo lo que sabe. Arrimón, trallazos y sonrisas; arrimón, trallazos y sonrisas. Pero, lo dicho: "¡ya podrán!".

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_