Trabajo ha gastado 800 millones desde 1996 para insertar ex toxicómanos

VIENE DE LA PÁGINA 1 El programa se instaururó en 1986. Desde entonces ha funcionado sin interrupción y ninguno de los contratados puede repetir. Nunca se ha dejado ningún expediente de subvencionar por falta de recursos económicos, asegura Monreal. Entre el periodo 1996-1999, Trabajo ha gastado casi 800 millones en insertar a 514 ex drogodependientes, en su mayoría consumidores de heroína en otros tiempos.

Los drogadictos son atendidos en los centros de desintoxicación de la red pública y en las comunidades terapéuticas regentadas por organizaciones no gubernamentales, como Proyecto Hombre. Cuando comprueban que alguno de sus pacientes lleva más de seis meses sin consumir drogas y que acceder a un puesto de trabajo puede ayudar a su rehabilitación, se ponen en contacto con las empresas. Si alguna compañía se interesa por uno de los ex toxicómanos envía el contrato al Departamento de Trabajo, que se encarga de la financiación. Así, son los servicios sociales de base y los centros de salud son los que hacen las veces de agencias de colocación.

Los ex toxicómanos deben firmar una cláusula en la que se especifica que si vuelven a consumir, la subvención queda anulada y la empresa es libre de rescindir el contrato. En los primeros años recaía mucha gente, pero ahora no, explica el responsable de Trabajo. "El Departamento, en colaboración con la Secretaría de Drogodependencias, va a realizar un estudio para comprobar las recaídas, la continuidad de los trabajadores en sus puestos de trabajo. Se trata de comprobar cómo se puede mejorar el proyecto", resalta Monreal.

Según el director de Empleo, las empresas que contratan a este tipo de personas no se guían únicamente por el interés de disponer de un trabajador al que apenas tienen que pagar porque el Gobierno corre con todos los gastos. "La ayuda del departamento es un acicate importante, pero también existe un interés social", dice. "Desde el año 1986 hasta ahora, ha quedado patente que sí hay una preocupación de los empresarios porque se ha contratado bastante", añade. Jesús Monreal lleva como director de Empleo desde 1998, pero desde 1982 ha ejercido de jefe de Servicios Generales en el departamento.

Los centros de desintoxicación sólo recomiendan a las personas a las que les puede servir un trabajo como fórmula de integración social. En realidad, mandan bastantes más solicitudes de las que se materializan después. Lo que ocurre es que en algunas ocasiones las empresas se echan atrás. En los últimos años han descendido los contratos subvencionados, algo que el Gobierno atribuye a que el número de toxicómanos es menor.

Los principales beneficarios de las subvenciones son los heroinómanos, el colectivo con más dificultades dentro del espectro de las toxicomanías. De los 514 ex drogadictos insertados en el mercado laboral con las ayudas de Trabajo entre 1996-1999, un 75% de los contratos fue para este tipo de drogadictos.