La policía busca al sacerdote español que quiso matar al Papa
El centro de Fátima, a unos 140 kilómetros al norte de Lisboa, fue cerrado ayer al tráfico, tras la llegada de unos 200.000 vehículos, según los cálculos policiales. El santuario tiene una capacidad aproximada para 350.000 personas y hoy congregará, con serios problemas, a un millón de peregrinos. Una de las principales preocupaciones de los servicios de seguridad ha consistido y consiste en localizar al sacerdote integrista español, Juan Fernández Krohn, que el 12 de mayo de 1982 intentó asesinar al Papa en este mismo lugar con un sable de grandes dimensiones.El paradero de este sacerdote, que abandonó recientemente su domicilio habitual en Bruselas, es una incógnita completa para los agentes portugueses, que desde hace días lo intentan localizar en colaboración con sus servicios secretos y las oficinas de Interpol. Altos mandos policiales de Lisboa reconocieron ayer que "hasta el momento no existen datos de que el padre Krohn haya entrado en Portugal", y descartaron cualquier posibilidad de atentado contra el Papa, "dado que viajará en su vehículo blindado y estará permanentemente rodeado por agentes de seguridad".
Un millón de peregrinos recibirán hoy a Juan Pablo II en el santuario de Fátima, 83 años después de la primera aparición de la Virgen a los jóvenes pastores, 21 años después de que se iniciara el proceso de beatificación y un año después de que la Santa Sede aprobara oficialmente el milagro atribuido a la intervención de los niños Jacinta y Francisco, la rehabilitación de María Emília Santos, que llevaba 22 años inválida.
La beatificación de los hermanos Jacinta y Francisco Martos, que en mayo de 1917 contaban con siete y nueve años de edad, respectivamente, y hoy se convertirán en los más jóvenes beatos por la vía del milagro y no del martirio, ha levantado una expectación sin precedentes en Portugal.
Miles de peregrinos confían en que el Papa revele hoy de forma oficial el contenido del tercer secreto de Fátima, trasmitido por la Virgen a los niños pastores.
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