La madurez y solvencia de la defensa más veterana de la Liga
Nadie lo diría. Nadie diría que la defensa del Valencia, la tercera menos goleada de la Liga (con 38 tantos, 2 más que el Zaragoza y 5 más que el Alavés), es la más veterana del campeonato. Su media de edad supera los 33 años. Pero nadie diría, sobre todo, que dos de los ejes de esta armónica y coordinada defensa, el meta Cañizares y el central Djukic, no se dirigen la palabra. No se hablan desde que, en la temporada pasada, el meta reprochara al zaguero la responsabilidad de una serie de goles encajados. En la presente campaña, su entendimiento ha sido tan correcto en el campo como inexistente en el vestuario. Sorprendentemente, esta mala relación no se ha reflejado sobre la hierba.Todos, salvo el central argentino Pellegrino, de 29 años, superan la treintena. Los laterales, Carboni y Angloma, ya rondan los 35, si bien, milagrosamente, siguen subiendo la banda como si tuvieran 20. El central serbio Miroslav Dujkic vive a sus 34 años una época de apogeo en la que a su ya clásica clase ha añadido unas gotas de contundencia que le ha impregnado el técnico, Héctor Cúper. El ex azulgrana Mauricio Pellegrino, después de soportar durante meses las mofas de un sector de Mestalla, que lo acusaba de lento y patoso, se ha ganado a la grada por su inteligencia en el juego: se anticipa casi siempre y es bastante seguro como último hombre (o roba o desequilibra al contrario), además de haber aportado solvencia en el fútbol aéreo. Precisamente, la llegada precipitada de Pellegrino al Valencia, justo antes de empezar la Liga, se produjo porque Cúper pidió reforzar el juego aéreo defensivo de su equipo después de que Kluivert lo acribillara desde el aire en la final de la Supercopa de España que ganó el conjunto valenciano.
El lateral izquierdo italiano Amedeo Carboni pasó una época crítica hace unos meses. Comenzaba a notársele el paso del tiempo. No tenía frescura. Pero tras una lesión muscular de 15 días, ha recuperado la chispa y puede que su jugada en el último minuto del partido de ida ante el Barça sea clave para la resolución de la eliminatoria. Aquella arrancada desde el centro del campo que finalizó el Piojo con un disparo seco supuso el 4-1. Al lateral derecho francés Jocelyn Angloma le ha sucedido lo contrario. Después de una magnífica temporada, empieza a notar síntomas de cansancio, surgen molestias musculares. Le empiezan a amenazar los años y es, probablemente, el jugador menos fino del equipo en estos momentos. Su sustituto sería Gerardo, un jugador procedente del Villarreal, de buena técnica pero con escasa experiencia en grandes eventos. Tanto Djukic, como Carboni y Angloma ya han renovado por una temporada más.
La palabra defensa parece que esté estigmatizada, vino a decir ayer Héctor Cúper. Y es que al entrenador argentino le gusta que sus equipos defiendan bien. Con mucho orden. Justo lo que hace el Valencia de un tiempo a esta parte. La defensa de cuatro, con Pellegrino como una especie de hombre libre, ocupándose del marcaje del extremo que ha quedado libre tras la subida del lateral, funciona perfectamente. La defensa de cinco, sin embargo, con Björklund incrustrado entre Pellegrino y Djukic, ha tenido pésimas consecuencias para el Valencia: la utilizó en la Liga de Campeones en Old Trafford ante el Manchester (3-0) y la volvió a aplicar en Liga hace un mes en el Camp Nou (3-0).
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