"Consultaré la táctica"
Ni es éste su partido más complicado, pese a la última pañolada, desde que está en el Barça ni se cierne ninguna sombra sobre su proyecto si es que al final acaba no ganando nada. "Pocos técnicos en Europa han ganado en dos años tantos títulos como yo. Y tampoco ha jugado este equipo tantas finales de la Copa de Europa en sus 100 años de historia", dijo ayer Louis Van Gaal, repitiendo un argumento que parece más salido de los despachos del club que del propio sentir del vestuario. Pero hay palabras y gestos que delatan. El holandés nunca hasta ahora había concentrado a su equipo dos días antes de un encuentro ni había recurrido a frases tan extremas como lo hizo ayer: "Hay que tener una idea y morir en el campo. Se trata de comunicarnos. Voy a consultar la táctica para que todos los jugadores estén comprometidos. Y luego, a morir por ello". Situación límite, al borde del precipicio. Posiblemente, Van Gaal no abrió consultas cuando el sábado, ante el Rayo Vallecano (0-2) volvió a su tradicional defensa de cuatro hombres y colocó de nuevo a Rivaldo en el extremo izquierdo, el puesto que odia desde hace tanto tiempo. Fue su particular y autoritoria victoria, justo después de la goleada en Mestalla, sobre la voluntad de la plantilla. Y la situación se agravó. Pero el momento ahora es crucial y no puede permitirse fisuras. "Ésa es mi filosofía. Siempre consulto. Esto es un diálogo y no un monólogo", aseguró para sorpresa de muchos. "Tenemos fe y mucha confianza en ganar. Pero también necesitamos suerte. Con confianza, podemos hacer cosas increíbles". Fue casi increíble la goleada y el partido titánico ante el Chelsea cuando el estadio se volcó con el equipo (5-1). Pero la situación, dos semanas después, ha cambiado drásticamente: el Barça llega de recibir una pañolada y de despreciar la Liga perdiendo ante el Rayo; todo el equipo considera que el Valencia es mejor conjunto que el de Londres y necesita, a diferencia de entonces, un gol más (3-1 en Stamford Bridge y 4-1 en Mestalla). Y hay algo crucial: la lesión de Figo, insustituible en el Barça. "Recuperarlo será un primer paso para eliminar al Valencia", subrayó el holandés. "Le veo con fe y ha trabajado mucho para estar aquí. No importa que no esté a tope. Hay que compararlo con otros: él es un jugador de mucho nivel y da fe a sus compañeros". Y luego llegaron las contradicciones. Van Gaal citó el lunes por sorpresa a Amunike y ayer dijo que no estaba para jugar. A lo sumo, 10 minutos. Después aclaró que había concentrado a su equipo para desbloquearlo mentalmente al achacar la derrota del Rayo a un problema psíquico. Guardiola la atribuyó a motivos futbolísticos. "Bueno, en Mestalla no fue una cuestión mental. Perdimos por errores individuales", admitió el holandés, que acabó pidiendo a la afición que crea que los milagros, al menos en el fútbol, existen. "Ante el Chelsea", recordó, "jugamos un partido excepcional y veníamos de cuatro derrotas. Y remontamos en la Liga. Nadie creía poder hacerlo y ahora debemos hacerlo todos".
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