Las principales calles de Barcelona estarán en obras en julio y agosto

Barcelona puede batir el récord de zanjas abiertas en los meses de verano, julio y agosto, por la instalación del cable de fibra óptica. Algunas de las arterias principales, como la Gran Via entre la plaza de Espanya y la calle de Urgell, todo el paseo de Gràcia y la avenida Diagonal entre este último y la calle de Marina concentrarán las obras en los meses de verano para aminorar el impacto en la movilidad y las molestias, según informó ayer el concejal de Servicios Urbanos y Mantenimiento, José Ignacio Cuervo.

"Es cierto que ahora ya no se puede hablar de meses tranquilos, pero comparativamente julio y agosto son los de menor impacto en la movilidad y por eso es mejor concentrar las obras que acarrean más problemas en el tiempo en el que se espera menos tráfico de vehículos, sobre todo si coincide con proyectos de urbanización, como es el caso de las aceras y los laterales de Gran Via", añadió Cuervo. Los instaladores de fibra óptica también aprovechan las redes del metro y del alcantarillado. Por ejemplo, se instalarán 150 kilómetros por las alcantarillas y otros 161 por los túneles del metro. Hasta ahora, Barcelona ha cableado 400 kilómetros de sus calles. De éstos, 121 kilómetros se han realizado con zanjas abiertas en las calles. A la ciudad le espera un mínimo de dos años de apertura de zanjas para que la red de fibra óptica esté extendida en el 90% de su superficie. A finales de septiembre está previsto acabar con el cableado en el distrito del Eixample y continuar en los de Sants, Les Corts, Sarrià-Sant Gervasi y Sant Martí. La duración media de esas intervenciones en las calles es de 45 días.

El plan se inició en 1996, pero ha sido en los dos últimos años cuando mayor incremento se ha producido en la apertura de nuevas zanjas para el cableado debido a la expansión del sector de las telecomunicaciones.

Así, las obras de instalación de servicios pasaron de 500 a 1.500 entre 1998 y 1999. Otro dato: el año pasado se realizó un total de 19.800 obras de canalizaciones en las calles de la ciudad -agua, luz, gas, etcétera-, de las que 13.000 fueron por averías y el resto por obras planificadas. De éstas, 1.560 eran de operadores de telecomunicaciones. El impacto de las obras en Barcelona durante el año pasado y hasta 2002 será mayor que el que sufrió la ciudad con motivo de los Juegos Olímpicos.

Cuervo insistió en que el Ayuntamiento tiene mecanismos para coordinar las obras, aunque también admitió que se está trabajando para mejorar tanto la coordinación como la información al ciudadano. Por ejemplo, los operadores de telecomunicaciones están obligados a compartir arquetas, y cualquier compañía de servicios que pida autorización para abrir una zanja en una acera no podrá volver a abrir en el mismo sitio hasta pasado un año. El plazo es de tres años si se trata de zanjas en la calzada. En cuanto a la información al ciudadano, el Ayuntamiento colocará avisos en los inmuebles y en los comercios, y carteles de obra en los casos en que los trabajos duren más de 15 o 20 días.