Pocos y violentos
En su corta y violenta historia, el grupo rebelde musulmán filipino Abu Sayyaf ha dejado un largo rastro de muerte y secuestros en el sur del país, aunque ha hecho poco para avanzar en su anunciado objetivo de crear un Estado independiente islámico y "puro". Sus tácticas incluyen la extorsión, el asesinato y el secuestro en busca de rescate. Como resultado de ello, cientos de personas han muerto, numerosos poblados han sido saqueados y miles de civiles aterrorizados por sus guerrilleros. Aunque las estimaciones indican que Abu Sayyaf no cuenta con más de 200 seguidores armados, se las han arreglado para esquivar a las unidades del Ejército en las junglas de la isla de Jolo, cuando los militares son 10 veces más numerosos.
El grupo rebelde era poco conocido fuera de Filipinas hasta los recientes secuestros.
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