"Todo el mundo debe moverse en este país para poder convivir con España"

Odón Elorza, de 44 años, acaba de irse de la dirección del PSE con la intención de sacudir, remover las ideas y provocar desde fuera la aparición de posturas innovadoras en una formación agarrotada por los malos resultados y acosada por la violencia.Pregunta. ¿Qué sentido tuvo su salida de la ejecutiva del PSE?

Respuesta. He querido expresar una sana y profunda discrepancia con el discurso y la estrategia que viene desarrollando mi partido y provocar a la vez una reflexión, una catarsis en su seno. Es verdad que el partido está atravesando muy malos momentos: hay mucha gente que se siente angustiada y amenazada, pero esto no debe excluir un debate pendiente desde hace casi un año y medio.

P. ¿Busca el apoyo de sus compañeros al documento crítico que anunció que iba a escribir?

R. No, porque no quiero desatar ninguna batalla, ni pretendo sacar las cosas de quicio; quiero que haya un debate a fondo sobre la estrategia del PSE-EE y participar en el mismo. Mi trabajo está en el Ayuntamiento pero, desde un principio de lealtad a mi partido, me siento obligado a aportar líneas de reflexión.

P. ¿Cómo entiende lo mal que ha sido recibida su dimisión dentro del PSE-EE?

R. No ha sido tanto por el gesto hecho, sino por los contenidos que hay detrás. Ya que ni el gesto, ni las claves, ni las ideas que defiendo son políticamente correctas en esta coyuntura.

P. ¿Hasta qué punto tiene esperanza de influir en los resultados de la futura conferencia política que prepara su formación?

R. La mía será una aportación más, pero creo que es bueno que este partido tenga un debate enriquecedor. Las posiciones que defiendo no son hoy por hoy mayoritarias, pero en política hay que trabajar en el medio y largo plazo.

P. Su discurso plantea que el PSE-EE tenga un perfil y una voz propias y no se deje arrastrar, como ahora, por el PP.

R. Desde hace años defiendo un PSE de perfil más vasquista, una organización más autónoma respecto al PSOE federal, al estilo del PSC; un partido que tenga un espectro electoral más amplio y sea un eje de la política vasca con capacidad de bascular hacia el nacionalismo y el no nacionalismo porque, además de la defensa de los sectores de izquierda y progreso, nos corresponde el papel de llegar a acuerdos con el nacionalismo para sacar adelante a un país que ha demostrado de forma tozuda que está fragmentado electoralmente en un 50%.

P. Su posición se alinea con el socialismo "vasquista" que defienden los guipuzcoanos.

R. Un partido socialista más enraizado, más autónomo, con discurso y propuestas propios no significa estar siempre dispuesto a participar en gobiernos con el PNV, no. Igual que me parece malo el seguidismo actual que se hace de la política del PP. Yo hago hincapié en un partido que tiene que creerse el autogobierno, defender el desarrollo pleno del Estatuto, tener una posición flexible y abierta sobre la Constitución y ser consciente de que se precisa mayor consenso en torno al marco jurídicopolítico porque este es un país dividido en dos.

P. Pero, tal y como está el país, en cuanto al ex secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, y Xabier Arzalluz, presidente del PNV, se reunieron, ETA asesinó a Fernando Buesa y se intensificó la kale borroka contra el PSE para romper e impedir esta incipiente aproximación.

R. ETA quiere evitar todo tendido de puentes entre el partido socialista y el PNV, y da la impresión de que la violencia callejera contra nuestros concejales persigue radicalizar al PSE y echarlo en manos del PP. Eso es malo porque genera y alimenta las inercias de frentismo por ambos sectores y es particularmente malo para un partido que tiene que jugar un papel de izquierda moderna en la búsqueda de soluciones transversales y de síntesis.

P. Sus compañeros han dicho que sus ideas pueden ser válidas, pero que los socialistas no son de piedra y, hoy por hoy, no hay posibilidad de diálogo con el mundo nacionalista.

R. Mi propuesta no se limita a defender el diálogo entre todos y, especialmente, con el nacionalismo democrático. Implica una concepción determinada de partido y el reconocimiento de la necesidad de dotarle de perfiles propios: desarrollar formulaciones que vayan más allá de la simple defensa estática del Estatuto y la Constitución concebidos como un totem sagrado. Creo que todo el mundo tiene que moverse en este país si queremos llegar algún día a una solución que nos permita convivir y mantener una relación de Euskadi con España y Europa. Mantengo estos principios y quiero llevarlos adelante por encima de coyunturas tan duras como la que vivimos.

P. ¿Que iniciativas reales puede promover el PSE-EE si el PNV ha rechazado gobernar con usted en el Ayuntamiento donostiarra y hasta ETA ha sugerido que no le importaría un lehendakari del PP?

R. No se puede bajar la bandera de la defensa del diálogo ni hacer movimientos que desarrollen el frentismo, sino tener iniciativas a pesar de la fuerte fragmentación electoral del país.

P. ¿Qué tipo de iniciativas tiene hoy el PSE-EE?

R. Ninguna. La estrategia en el Parlamento vasco la hemos hecho depender de si EH acudía o no para, en función de eso, limitarnos a controlar al Gobierno.