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El mediador de EEUU logra una nueva reunión de Barak con Arafat

El mediador estadounidense para Oriente Próximo, Dennis Ross, ha logrado volver a reunir al primer ministro israelí y al presidente palestino. Ehud Barak y Yasir Arafat dialogaron anoche por espacio de dos horas y media en Ramala, por primera vez desde mediados de marzo. Se esperaba que Barak pidiera a Arafat concesiones territoriales en Cisjordania a cambio de los tres pueblos de las afueras de Jerusalén cuya entrega se viene anunciando desde semanas atrás.

La reunión entre Arafat y Barak se produjo en un ambiente de secretismo y no hubo declaraciones a su término. El Gobierno israelí vuelve a retorcer y escurrir los Acuerdos de Oslo como si fueran un trapo, en un intento por efectuar las mínimas concesiones a los palestinos. La última propuesta de Barak consiste en pedir a Arafat que renuncie a una parte considerable de Cisjordania a cambio de los tres pueblos de las afueras de Jerusalén (Abu Dis, El Azariya y Suwahara) cuya transferencia total a la Autoridad Palestina se viene anunciando desde hace semanas. A pesar de suponer la renuncia a un 40% de Cisjordania y un tercer repliegue casi simbólico, la oferta es tentadora porque supondría para Arafat la posibilidad de establecer la capital palestina en Jerusalén, aunque sea en un rincón minúsculo de la capital, desde el que se puede construir un corredor hasta los lugares santos del islam. De ser aceptada, confirmaría la existencia de un pacto secreto negociado en su día entre el dirigente israelí Yossi Beilin y el palestino Abu Mazen.

Abu Dis, situado a poco menos de media hora de la Ciudad Vieja de Jerusalén, es un barrio polvoriento y desangelado, constituido por varios centenares de pequeñas viviendas al pie de una carretera secundaria que se dirige a Jericó. El lugar, con apenas 20.000 habitantes, es, desde el punto de vista político, un enclave absolutamente palestino, en el que vive sólo población árabe y cuya administración civil se encuentra ya desde 1996 en manos del Gobierno de Arafat, que ha colocado allí un alcalde y ha levantado sus dos más importantes edificios: una universidad y la sede del futuro Parlamento.

Sin embargo, las ambigüedades de la historia hacen de Abu Dis una ciudad dividida, ya que sus casas se levantan a caballo entre el término municipal de Jerusalén y los territorios de Cisjordania, por lo que coinciden los servicios municipales israelíes y palestinos al mismo tiempo, así como dos redes de suministro eléctrico y también dos de servicio telefónico. A estas complicaciones se le suma otro elemento distorsionante, provocado por el hecho de que la comunidad judía adquirió hace años un solar de tamaño considerable, por ahora sin edificar, que se encuentra en el corazón del villorrio.

Ayer, pocas horas antes de que Barak pudiera formalizar su oferta a Arafat, el alcalde de Jerusalén, el derechista Ehud Olmert, trataba maquiavélicamente de sabotear la maniobra, impulsando y acelerando la construcción en este barrio de un asentamiento judío con 200 viviendas, que recibirá el nombre de Kedmat Zion.

"Construir un nuevo barrio en medio de una población palestina constituye una provocación evidente del alcalde, destinada a sabotear el control total de Abu Dis a la Autoridad Palestina", dijo un portavoz del movimiento pacifista israelí Paz Ahora.

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[Por otra parte, el presidente sirio, Hafez el Asad, viaja hoy a El Cairo para entrevistarse con su homólogo egipcio, Hosni Mubarak, sobre la evolución del proceso de paz israelo-árabe, informa France Presse. Durante la semana pasada los ministros de Asuntos Exteriores de esos dos países más Arabia Saudí han estado reunidos en Palmira (Siria) para estudiar las consecuencias de la anunciada retirada israelí de Líbano. Su comunicado trataba de reducir los temores a un eventual estallido de violencia en la zona.]

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