El trío Dut se mueve entre el rock instintivo y la calma tensa en su tercer elepé La banda acompañó a Muguruza en su estreno

El caso de Dut es curioso. Aunque con anterioridad había editado un par de elepés que fueron muy bien acogidos por la crítica (Dut y At), el trío de Hondarribia no alcanzó sus mayores cotas de popularidad hasta que Fermín Muguruza (Kortatu y Negu Gorriak) le escogió como banda de acompañamiento para su primera aventura en solitario. Ahora, el conjunto presenta en vivo su tercer elepé, Askatu korapiloa (Suelta el nudo), de la casa Esan Ozenki Records.

"Estamos orgullosos del ruido que hacemos. Es una satisfacción que, siendo tres componentes, seamos capaces de descargar toda esta energía con la música". Ésta es una de las frases que pronuncia Joseba, el bajista de Dut, cuando alude al potente sonido de su grupo. Esta potencia musical ha quedado fielmente plasmada en las canciones que componen el último disco, titulado Askatu korapiloa.El último elepé es una selección de composiciones estructurada en dos partes. La primera es dura e instintiva, cercana al post-hardcore de grupos como Fugazi. La segunda es más contenida, melódica e introspectiva, aunque igualmente tensa. El repertorio, en su conjunto, refleja en cierto modo la audacia de sus autores, aunque sólo sea por distanciarse del sonido y las referencias que exhiben la mayoría de los grupos vascos.

"Hoy en día puede parecer arriesgado componer música un poco oscura y en euskera, porque sabes que no te vas a comer nada. Pero para nosotros la música es un canal de expresión y de liberación", comenta el batería Galder antes de ratificar que no les apetece ceñirse a los esquemas clásicos del rock, ya que aún queda un amplio margen para la experimentación en el viejo género: "El mismo que puede haber con la música electrónica, o más. Esto es como la literatura: parece que todo está dicho, y mira todo lo que queda por decir".

Efectivamente, queda mucho por crear, y el trío pone su granito de arena utilizando el euskera para expresar unos textos breves -"para decir muchas cosas no hay que utilizar muchas palabras", aseguran-, abiertos a interpretaciones que reflejan una cierta inquietud.

Y es que, en muchos casos, las letras acaban reflejando el estado de ánimo de su autor. Ellos optan por utilizarlas como terapia. "De los momentos malos sacas más jugo porque te crean una ansiedad, y esa ansiedad te crea una tensión que tienes que sacarla de alguna manera. Una vez que escribes una canción es liberadora, liberas algo que te ronda la cabeza. Eso siempre es algo positivo para ti, aunque luego habrá que ver cómo la interpreta cada uno", revela el batería.

Gira de conciertos

Pero la principal novedad en el aspecto lírico no reside en la temática ni en el talante, sino en la interpretación en castellano de una canción de Carlos Desastre. Aunque ello no denota la presunta intención de llegar a más oyentes. "No, no nos lo planteamos de ese modo, sino que probablemente hace tiempo hubiéramos utilizado el inglés o el castellano a menudo. Entre nosotros hablamos en euskera y no vamos a cambiar de idioma por otros intereses que no sean simplemente expresarte libremente, o naturalmente", justifica Galder, un músico que se alegra de haber colaborado con Fermín Muguruza, el líder y cantante de Kortatu y Negu Gorriak.

Esta colaboración con Muguruza les ha permitido a la banda Dut entrar en contacto con otras culturas y también "salsear con nuevas tecnologías". Pero, como se ha reseñado, dicha aventura conjunta pertenece al pasado.

Hoy en día, la principal preocupación del trío es abrumar al público con su "caña" durante la gira de presentación del disco Askatu korapiloa. Dut ofrecerá una serie de conciertos que arrancó el pasado 28 de abril en la sala Pagoa de Oiartzun (Guipúzcoa) y tiene previsto recalar el próximo 3 de junio en Pamplona, el día 8 en el Kafe Antzokia de Bilbao y el día 10 en el gaztetxe de Vitoria.