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La policía denuncia el vertido ilegal de escombros procedentes de Sanchinarro en Las Cárcavas

La Policía Municipal ha denunciado que entre el 14 y el 18 de febrero se produjo un gran vertido ilegal de escombros, procedentes del nuevo barrio de Sanchinarro, en el antiguo vertedero de Las Cárcavas (Hortaleza). Un sargento de la policía denunció los hechos el 14 de febrero. Cuatro días más tarde, el gerente de Urbanismo, Luis Armada, firmó un decreto por el que autorizaba "el levantamiento del precinto" que impedía verter en Las Cárcavas desde enero de 1999. La sanción por verter escombros ilegalmente asciende a 3,3 millones. La policía desconoce la identidad de los infractores.

El gerente de Urbanismo dio su visto bueno a los vertidos de tierra, siempre que éstos fueran destinados a la "restauración de la finca" ocupada por el viejo e ilegal vertedero. La zona, tras ser precintada, será convertida en un enorme parque.Una patrulla de la Policía Municipal descubrió el 14 de febrero que se estaban realizando "movimientos de tierras en el antiguo vertedero de Las Cárcavas", según consta en su informe. Los agentes comprobaron que se trasladaban "tierras procedentes del nuevo barrio de Sanchinarro, explanándose junto al borde de la M-40, siendo gran cantidad el volumen de las tierras trasladadas".

Los agentes dejaron constancia de que los camiones que llevaban a cabo los vertidos "no presentaban la autorización para esta actividad", por lo que decidieron levantar acta.

Los policías trasladaron su informe a la junta municipal del distrito de Hortaleza a fin de que se tomaran "las medidas que procedan sobre el hecho descrito". El día 18 de febrero, la concejal de Hortaleza, María del Carmen Rodríguez Flores (PP), pidió explicaciones al gerente de Urbanismo. Ese mismo día, un decreto del gerente municipal autorizó "el levantamiento del precinto" de la escombrera.

Las tierras que están siendo trasladadas al clausurado vertedero proceden del futuro barrio de Sanchinarro -situado frente a la escombrera-, donde la empresa constructora Ferrovial lleva a cabo labores de urbanización, que acarrean un gran movimiento de tierras.

Ferrovial cuenta con un permiso de Medio Ambiente: el necesario para "sellar" la escombrera, esto es, para ejecutar las obras que transformen la montaña de escombros en un parque. Para esto es necesario echar tierra. La empresa constructora compró estos derechos a los anteriores gestores de la escombrera, la empresa Vertederos del Norte, SL, que actuó durante años sin tener permiso municipal.

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Un portavoz de Ferrovial aseguró ayer que la empresa "cuenta con todos los permisos municipales y de la Comunidad para llevar a cabo los trabajos" de restauración de Las Cárcavas, y niega tajantemente que haya vertido tierras antes del 18 de febrero.

Terreno adyacente

Ferrovial admite que hizo vertidos en un terreno adyacente que pertenece al nuevo barrio. La policía, en su informe, no señala para qué empresa trabajaban los camiones que fueron sorprendidos vertiendo tierras y a los que levantó acta. Ferrovial recuerda que "hay más constructoras trabajando en Sanchinarro".

Julio Setién, diputado de IU, preguntará hoy en la Asamblea al consejero de Medio Ambiente, Carlos Mayor Oreja, por este asunto. "Medio Ambiente tendrá que abrir un expediente sancionador por este vertido y exigir las responsabilidades correspondientes", afirma el diputado, que denuncia también que el proyecto de sellado de Ferrovial "no respeta el Plan General de Madrid, ya que no incluye un vial para unir los recintos feriales del parque de Juan Carlos I con el nuevo barrio".

Cuando Ferrovial haya acabado las labores de sellado de la escombrera, Las Cárcavas se convertirá en un gigantesco parque. El proyecto, elaborado por la sección de Medio Ambiente y Energía de Ferrovial, incluye la plantación de más de 9.000 árboles sobre la escombrera, la construcción de tres campos de fútbol, cinco pistas polideportivas y un área de footing. El proyecto prevé además el "compromiso de creación de una zona de juegos infantiles con un mínimo de 10.000 metros cuadrados", un campo de golf para aficionados, un parque de cometas y aeromodelismo. La constructora ha depositado un aval de 150 millones en el Ayuntamiento como "garantía para la ejecución correcta de los trabajos".

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