EEUU pretende desalojar a los puertorriqueños que ocupan la base de Vieques
Dos buques de guerra de la Marina de EEUU se preparaban ayer para desalojar a los manifestantes que desde hace un año ocupan la isla de Vieques, en Puerto Rico, en protesta por las maniobras militares norteamericanas en la zona. EE UU suspendió los entrenamientos en Vieques tras la muerte accidental de un civil durante un bombardeo en abril de 1999, pero en enero llegó a un acuerdo con el gobernador de Puerto Rico, Pedro Roselló, para reanudarlos. Según este pacto, la Marina puede proseguir sus maniobras con "munición ficticia", en vez de con "munición viva", hasta que la isla, de 9.300 habitantes, celebre un referéndum, en el plazo de dos años, sobre el cierre del campo de tiro. Cerca de medio centenar de manifestantes, encabezados por líderes que quieren la independentcia de EEUU, se oponen rotundamente a cualquier tipo de presencia militar norteamericana en Vieques, alegando el peligro para sus habitantes y el impacto en la industria turística, que es la única fuente de ingresos.
El Pentágono, sin embargo, la considera una base "crucial" para su flota del Atlántico. La Marina de EE UU es propietaria de dos tercios de la isla de 135 kilómetros cuadrados y llevaba realizando maniobras con "munición viva" desde 1941 hasta su suspensión el año pasado.
Los buques USS Bataan y USS Nashville salieron de Norfolk, en Virginia, la semana pasada y recogieron a 1.000 marines en Carolina del Norte, rumbo a Vieques. Les acompaña un equipo de agentes del FBI, encargados de realizar los arrestos. La operación es inminente, según las fuentes del Departamento de Justicia y del Pentágono citadas en la prensa norteamericana. El portavoz de la Marina norteamericana en Vieques, Robert Nelson, rehusó hacer comentarios.
Aunque la mayoría de los manifestantes atrincherados en Campo García, en el extremo oriental de la isla, ha dicho que no ofrecerá resistencia si son detenidos, ayer persistían los temores a una confrontación tras las declaraciones del sector más radical amenazando con adentrarse en el área donde se almacenan las bombas. El gobernador Roselló, que está a favor del desalojo, ya ha enviado equipos antidisturbios. Rubén Berrios, el principal líder en favor de la independencia de Puerto Rico de EE UU (actualmente es un Estado asociado), ha advertido que si las fuerzas norteamericanas asaltan a los "acampados" pagarán un "precio político muy alto".
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