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BIENESTAR SOCIALEL 40% NO SE EJECUTÓ POR RECORTES E INEFICIENCIAS

Carmen Mas dejó sin gastar 1.821 millones en inversiones y subvenciones del presupuesto pasado

Entre el capítulo VI -inversiones- y el VII -subvenciones a empresas sin ánimo de lucro- correspondientes al presupuesto inicial de gastos de servicios sociales para 1999, la Consejería de Bienestar Social ha dejado sin gastar 1.821 millones de pesetas, un 40% de la suma programada, entre recortes e ineficiencia en el gasto. De la línea 717, definida como Proyectos de Inversión, el gasto más fuerte contenido en el capítulo VII, sólo se realizaron 27 proyectos de los 87 programados y de los 919 millones destinados, se gastaron 560, es decir el 60% de lo previsto.

Losobjetivos dell departamento que dirige Carmen Mas sostienen como una de las principales líneas de actuación de Bienestar Social abrir la oferta de la atención asistencial a las empresas privadas. No hay fondos públicos para acometer inversiones, sostienen, por lo que es necesario acudir a fórmulas, no ya de conciertos o subvenciones con asociaciones que cubren espacios de atención que la consejería no abarca, sino fórmulas como los bonos-residencia o la ayuda a amas de casa con ancianos a cargo.Una lectura de la ejecución presupuestaria de las partidas de Bienestar Social del año pasado pone en entredicho la premisa que sostiene el planteamiento al que se acoge la consejería para subsidiarizar la atención. Respecto al apartado de inversiones reales de la Dirección General de Servicios Sociales, -construcción de centros de menores o discapacitados y residencias de la tercera edad, equipamientos, adaptación a la ley contra barreras arquitectónicas- de un montante de 2.587 millones, el gasto fue de 1.490 millones, el 57% del dispuesto inicialmente, de acuerdo con los datos aportados por el propio Consell en las Cortes. Curiosamente, la consejería contaba a finales de 1999 con 495 millones de pesetas disponibles, es decir, sin gastar. La suma entre los fondos gastados y los disponibles asciende a los 1.985 millones de pesetas, por lo que sólo en el ámbito relativo a inversiones en Servicios Sociales, en 1999 se produjo un recorte de 600 millones de pesetas respecto al presupuesto inicial.

El nivel de ejecución de los fondos destinados a transferencias de capital fue algo mayor al anterior. De los 1.844 millones de pesetas del capítulo inicial, 724 se encontraban en las arcas de Bienestar Social, es decir, un 30% de los fondos no salieron de la consejería hacia entidades sin ánimo de lucro que prestan su atención a colectivos defavorecidos. Algunas de las líneas más perjudicadas por la falta de rigor presupuestario, en este caso a la baja, han sido las de mejora de las condiciones de acceso al medio físico (de 80 millones se gastaron cuatro), los proyectos de inversión de la línea 701 (dotados con 919 millones de los que se gastaron 560), los fondos destinados a la residencia de la tercera edad de Vallada (30 millones de los que se han ejecutado 10), o los 75 millones destinados a las hermanitas de los ancianos desamparados, que no recibieron una peseta.

Para el diputado socialista Antonio Torres, esta situación responde a la falta de planes concretos de la consejería: pese a que la ley de servicios sociales exige la elaboración del plan del menor, de discapacitados o el destinado a conciertos de prestaciones básicas, no se han desarrollado. Al no estar condicionado los fondos por no haber compromisos de programas de atención, "se eliminan o se dejan de ejecutar sin que se incumpla nada".

"Excesiva discrecionalidad"

La gestión presupuestaria en Bienestar Social ha llamado la atención del Síndic de Comptes. Esta institución destaca la "excesiva discrecionalidad en la fase de resolución de concesión de la subvención" de la consejeria en la línea Apoyo a proyectos de inversión en centros sociales, en la fase de determinar el importe de la subvención. En el informe de 1998, la institución responsable de fiscalizar las cuentas de la Generalitat se detiene en la fase de tramitación de las subvenciones. "Se han observado retrasos en el inicio del expediente, la aprobación y la pubicación de la orden de convocatoria de algunas líneas, lo que ha supuesto que en algunos casos no se haya podido realizar la actividad subvencionada dentro del ejercicio presupuestario".

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