Microsoft inicia una dura campaña contra la propuesta de división de la empresa

Microsoft no está dispuesta a tirar la toalla. Sus responsables han iniciado una fuerte campaña de publicidad en los principales medios de comunicación estadounidenses en la que explican los efectos negativos de su segregación y en la que critica al Gobierno por proponer esta medida. De momento, ayer superó con éxito su primera prueba de fuego después de hacerse oficial, el pasado viernes, la petición del Gobierno al juez del caso: sus acciones ganaron el 5,38% en la Bolsa de Nueva York, tras la caída registrada en las últimas semanas.

La sanción impulsada por el Departamento de Justicia de Estados Unidos ha sido recibida con escepticismo en Wall Street. Ayer, por primera vez desde los últimos episodios de su batalla contra el Gobierno norteamericano, Microsoft lideró el alza del Nasdaq (índice que agrupa a las empresas de nuevas tecnologías en Nueva York).Las acciones de la compañía fundada por Bill Gates subieron desde el inicio de la sesión. A media mañana ya habían ganado algo más del 4,48%, para situarse en 72,1 dólares, lejos del mínimo histórico de 65 dólares, fijado el pasado 24 de abril. Al cierre de la sesión, la acción de Microsoft registró una revalorización del 5,38%, hasta 73,5 dólares. Mientras, el Nasdaq cerró con un alza del 2,53%.

La reacción positiva de Wall Street se debe a la escéptica acogida del informe preparado por la firma de inversores Robert F. Greenhill y que detalla el proyecto de segregación ideado por el Departamento de Justicia y 17 de los 19 de Estados federales en la demanda antimonopolio que les enfrenta al gigante informático. El documento, que separa las actividades de Microsoft en una empresa que se dedique a Windows y otra que se ocupe de todo lo demás, incluido Internet, fue presentado el pasado viernes ante el juez Thomas P. Jackson.

La compañía tiene hasta mediados de mes para presentar su recurso. Dos de las principales firmas de inversiones de la bolsa de Nueva York, Lehman Brothers y Merrill Lynch criticaron la falta de precisión de los planes del Gobierno, que pueden alargar todo el proceso hasta 2002, e incluso los calificaron de "irreales". Michael Staneck, uno de los principales analistas de Lehman Brothers, evaluó el valor de las acciones de Microsoft, entera o escindida, a unos 125 dólares, una cifra que supera el máximo fijado a finales del año pasado, cuando alcanzó 119,8 dólares.

Enérgica reacción

Estos datos han dado argumentos de defensa a Microsoft, que ha contraatacado enérgicamente lanzado una gran campaña de publicidad en los principales medios del país.

En una carta abierta a los consumidores y accionistas, publicada en los diarios más importantes, su fundador, Bill Gates, y su presidente, Steve Ballmer, denuncian los planes de Washington. "Los esfuerzos de Microsoft para desarrollar una variedad de productos responden a su deseo de dar a los consumidores lo que quieren: unos ordenadores que funcionen. (...) Nunca hubiéramos podido crear Windows o Microsoft Office con un plan de partición o siguiendo las duras normativas impuestas por el Gobierno. Sus esfuerzos son innecesarios y erróneos".

Los competidores de Microsoft, los principales beneficiados por el caso antimonopolio, tampoco han reaccionado con gran entusiasmo. Aseguran que el plan de segregación es anticuado, no se ocupa de las futuras aplicaciones de Internet a la industria informática y no pone realmente en peligro la omnipresencia del sistema informático Windows, que acapara más del 80% del mercado de ordenadores.