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ETA presiona al PNV y EA para que se mantengan en la vía soberanista de Lizarra

La banda terrorista desvela los contenidos de sus reuniones secretas con los nacionalistas

La organización terrorista ETA dio ayer otra vuelta de tuerca en la táctica de presión al PNV y EA que mantiene desde hace unos meses, en un intento de que los dos partidos que sostienen el Gobierno vasco se impliquen hasta el final en la vía soberanista acordada con la banda antes del Pacto de Lizarra y la declaración de tregua. Con todo lujo de detalles, y a través de su diario afín, Gara, la organización terrorista desvela el contenido de la reunión del 11 de julio pasado con representantes de ambos partidos tras la que, ante las profundas divergencias surgidas, dejó "en suspenso" el alto el fuego, que anuló cuatro meses y medio después.La banda, como hizo en el comunicado en que rompió la tregua, sigue presentando a ambas formaciones nacionalistas como culpables de su vuelta a las armas por el parón en sus relaciones y en el proceso abierto un año antes, al negarse ambos partidos a secundar sus planteamientos.

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El relato, basado en las actas elaboradas por ETA -aunque no se mencionan nombres, se sabe que estuvieron Mikel Albizu, Antza, y Vicente Goikoetxea, Willy, responsables del aparato político-, ratifica que la banda presentó a las dos formaciones su propuesta de celebrar unas elecciones para un "Parlamento de Euskal Herria" que abarcara a Euskadi, Navarra y el País Vasco francés. Ello implicaría, paralelamente, que PNV y EA renunciasen a acudir a las elecciones generales del pasado marzo.

Una carta

ETA condicionó el abandono definitivo de las armas a que PNV y EA aceptaran su propuesta, lo que no hicieron, o que le enviaran una formulación alternativa, algo que, a juicio de la banda, tampoco hicieron. El PNV remitió una carta que, según la organización terrorista, era sólo "una especie de declaración de intenciones" y EA "ni siquiera respondió". Para ETA, ello le situó en el "dilema" de "continuar en las mismas coordenadas, pese a saber que el proceso no avanzaría y alcanzar una pseudosolución, o mantener la lucha", opción que eligió.

El periódico abertzale anuncia la publicación para hoy del detalle de las conversaciones mantenidas en el verano de 1998 entre ETA y el PNV y EA que llevaron "al acuerdo que posibilitó el alto el fuego". ETA sostiene que hubo un acuerdo expreso por el que PNV y EA se comprometieron a dar pasos para crear "una institución única y soberana" que acogiese a las tres provincias de la comunidad autónoma, Navarra y el País Vasco francés y a romper todos sus lazos con el PP y el PSOE.

Los dos partidos nacionalistas niegan haber firmado nada. Un borrador de esa propuesta de ETA fue encontrado por la policía en manos de un comando (ver EL PAÍS del 1 de octubre). El encapuchado que anunció la ruptura de la tregua esgrimía el único papel hasta ahora visto con los sellos de ETA y los de las formaciones nacionalistas al pie, como prueba del incumplimiento de ese presunto acuerdo. Esta supuesta prueba fue negada de inmediato por el presidente peneuvista, Xabier Arzalluz.

Esta revelación por ETA de las conversaciones pactadas como secretas, redunda en las explicaciones que dio al anunciar la ruptura de la tregua y buscarían recordar a PNV y EA sus compromisos adquiridos en el Pacto de Lizarra en un momento en que ambos partidos están muy presionados por la situación de minoría en que sobrevive el Gobierno del lehendakari y la actitud de continuidad en la firmeza que anuncia el nuevo Ejecutivo central.

Medios abertzales apuntan que la banda puede estar revelando así el temor a que su postura no esté siendo comprendida entre sus bases, sobre todo porque en la izquierda abertzale está extendida la convicción de que el ciclo de la violencia política ha terminado.

En esta línea abundó el portavoz del PNV, Joseba Egibar, al afirmar ayer que lo que la banda quiere es "explicarse ante su gente, porque las cosas en ETA no están claras" y justificar la ruptura de la tregua por ser "una decisión que nadie ha compartido ni comprende". Según Egibar, las actas reproducidas son "una versión de parte" y por tanto el PNV no piensa dar la suya.

Para el portavoz de EH, Arnaldo Otegi, los documentos muetran "la existencia por parte de ETA de voluntad de acuerdo". La diputada de EA, Begoña Lasagabaster, dijo que ETA "conoce perfectamente la alternativa presentada" por su partido.

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