Monteseirín atribuye ahora los sucesos de la 'madrugá' a grupos de "niños pijos" El alcalde de Sevilla dice que no se trató de "macarras o litronas"
El alcalde de Sevilla, el socialista Alfredo Sánchez Monteseirín, aseguró ayer en declaraciones a la agencia Efe que las mareas humanas de la madrugá del Viernes Santo se debieron a la acción coordinada de grupos de "niños pijos" que con gritos de falsas alarmas consiguieron meter el miedo en el cuerpo de miles de personas. En la víspera del comienzo de la Feria, el primer edil sevillano ofrece la tercera versión sobre el origen de unos sucesos en los que tres personas resultaron heridas y sobre los que no hay ninguna declaración o prueba sólida que avale que todo fue un compló.
El alcalde de Sevilla considera que grupos de jóvenes, posiblemente vinculados a la extrema derecha, fueron los causantes de los sucesos de la madrugá del Viernes Santo, tras los que se atendió a decenas de personas y tres quedaron hospitalizadas después de cerca de tres cuartos de hora de pánico colectivo entre las cinco y las seis de la mañana. Sánchez Monteseirín puntualiza que las acciones de los jóvenes "tienen que ver más con una manera de ser que con una ideología política" y que se realizaron "sin ánimo delictivo".Las declaraciones del alcalde de Sevilla se producen justo en la víspera del inicio de la Feria, en la que se espera la afluencia de cerca de un millón de personas. Desde que alrededor de las cinco de la mañana del Viernes Santo comenzaran los disturbios en los alrededores de la calle Javier Lasso de la Vega, las versiones oficiales sobre el suceso no han hecho más que embarrar la situación.
Alrededor de las seis de la mañana del día de autos, el concejal delegado de Seguridad Ciudadana, José Gallardo, aseguraba en algunos medios de comunicación que la causa del pánico colectivo era el ruido producido por la rotura fortuita de una tubería de conducción de agua. Doce horas después, el mismo edil aseguraba que con informaciones de la Policía Local y de algunos ciudadanos había llegado a la conclusión de que se trataba de grupos organizados y, extraoficialmente, se daba certificado de verdad a las versiones que culpaban a grupos de universitarios jugando a un rol siniestro.
Ayer, el alcalde centró las culpas en jóvenes cercanos a la derecha. Por el momento, desechada la tesis de la rotura de la tubería después de un somero análisis, las distintas versiones del Consistorio cuentan con el apoyo del testimonio de un estudiante de Periodismo invidente que tras advertir que no podría identificar a nadie, narró cómo había escuchado a estudiantes de Informática preparar un juego de rol para esa noche. Pero no precisó si lo escuchado se refería a una versión ponzoñosa del juego de rol, por otra parte, algo practicado a diario por millones de personas y lejos de ser dañino por sí mismo.
La lectura desde los cargos políticos del Consistorio ha variado, pero el atestado presentado por la Policía Local -el que está ahora en los juzgados- situaba en el origen de los acontecimientos a un hombre que armado con un cuchillo había sembrado el pánico entre la gente desde que se iniciara su persecución en los alrededores de la calle Alfonso XII hasta su detención cerca de media hora después en el cruce entre Reyes Católicos y Pastor y Landero.
Las versiones oficiales y las certezas de la población se empiezan a desvanecer en este punto, ya que la Delegación del Gobierno después de tomar cerca de dos centenares de testimonios y visionar cerca de 50 cintas de vídeo insiste en el joven del cuchillo como culpable y desde el Ayuntamiento se apuesta por la tesis del compló, aún en la víspera de la Feria.
Entre las críticas lanzadas ayer por los representantes del PP en la ciudad y en Andalucía, el alcalde aseguró que la Feria que hoy comienza en Sevilla "será la más segura".
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