Barcelona instalará videocámaras en los cruces para sancionar a quienes se salten los semáforos

Barcelona instalará videocámaras en los cruces peligrosos como método para sancionar a los conductores que se salten los semáforos en rojo. Así lo anunció la concejal Carmen San Miguel en el pleno dedicado a la movilidad en la ciudad que se celebró ayer. El debate duró más de tres horas y terminó sin acuerdo. La oposición acusó al equipo de gobierno municipal de no querer enterarse de lo que funciona mal y afirmó que Barcelona "suspende en tráfico". El gobierno recriminó a CiU falta de voluntad de diálogo y criticó la cicatería de la Generalitat al invertir en transporte público.

La solución de los problemas de movilidad en Barcelona pasan por dos puntos: el primero, reconocer que Barcelona es más que la ciudad estricta; el segundo, invertir en transporte público. Con esta rotundidad se expresaron ayer el alcalde de Barcelona, Joan Clos, y el primer teniente de alcalde, Xavier Casas. La afirmación tiene una doble lectura. Por una parte, es un diagnóstico, más o menos certero, de lo que pasa; por otra, encierra una crítica directa al Gobierno catalán, que, en su momento, suprimió la Corporación Metropolitana de Barcelona y que no ha invertido lo suficiente en transporte público.El doble reproche venía precedido de una dura intervención del portavoz de CiU, Josep Miró i Ardèvol, que acusó al equipo de gobierno municipal de no querer dialogar y de falta de sinceridad y rigor. Miró aseguró que la situación de la movilidad en Barcelona es de "una degradación creciente". La intervención de Joan Puigdollers, de Esquerra Republicana, fue más moderada e incluso tendió una mano al gobierno municipal para que les facilitara la incorporación al pacto de movilidad. No hubo caso. La situación estaba ya envenenada y Clos le respondió de forma casi agresiva, aprovechando para criticar la cicatería de los gobiernos catalán y central a la hora de invertir en el metro. No obstante, Clos tuvo un elogio para el grupo municipal del PP, cuyo presidente, Santiago Fisas, se ha mostrado siempre dispuesto a colaborar, incluso desde la discrepancia.

Hubo una segunda afirmación que irritó al alcalde. Puigdollers habló de la "generosidad" del Gobierno catalán en sus aportaciones al transporte público barcelonés. "¿Generosidad?", preguntó Clos, para responder él mismo que en todo casosólo hace lo que tiene que hacer por los derechos de los ciudadanos.

Previamente, Carmen San Miguel explicó el objetivo del pacto de movilidad: pacificar el tráfico en Barcelona. Para conseguirlo se trabaja en el seno del pacto de movilidad, en el que participan 49 entidades. San Miguel anunció la implantación de videocámaras en los semáforos, en un intento de atajar las infracciones de los conductores que se saltan el rojo. El Ayuntamiento había estudiado ya esta posibilidad, pero la aplazó ante las dudas que despertaba el uso de los aparatos de grabación y que han quedado despejadas tras los cambios legislativos.

Puntos negros

Los semáforos vigilados serán los de los cruces negros, donde se registra mayor número de accidentes y de más gravedad.

Una segunda medida, anunciada también por San Miguel, fue la implantación en la Ronda de Dalt, entre los kilómetros 13 y 15, de elementos reductores de velocidad. La concejal de Movilidad no precisó qué tipo de elementos serán, aunque aseguró que no serán ruidosos (las rondas están descubiertas en ese tramo, situado junto a Roquetes) y aventuró las posibilidad de que estuvieran instalados antes del verano. La elección del tramo se debe a que es el más peligroso de todas las rondas al coincidir en él una bajada y una curva. En meses anteriores se instalaron discos luminosos que recordaban la limitación de 80 kilómetros por hora. Estas señales fueron efectivas temporalmente, pero no con carácter definitivo.

Entre los proyectos del Ayuntamiento, San Miguel citó los de incrementar en 6.000 el número de plazas de aparcamiento públicas para residentes y una variación de los precios de zona azul, que será en unos casos al alza y en otros a la baja, con el objetivo de disuadir del uso del coche privado. Asimismo, se perseguirá erradicar el aparcamiento de las motos en las aceras.

Xavier Casas, por su parte, anunció que el metro prolongará su horario de funcionamiento hasta las 24.00 horas a partir del año 2001 y hasta la 1.00 en el año 2004. El coste de estas medidas es de 2.250 millones de pesetas en el primer caso, y de 14.500 millones en el segundo.

Fisas criticó la falta de inversión en transporte público y, especialmente, en metro. El concejal del PP recordó que el suburbano barcelonés apenas ha crecido en los últimos años y que el de Madrid ha ganado 60 kilómetros. También criticó que las inversiones del Gobierno catalán en materia ferroviaria se hagan de forma discriminada: de los 91.000 millones invertidos, 64.000 millones han sido para los Ferrocarrils de la Generalitat y el resto para el metro. Madrid, en el mismo tiempo, dijo Fisas, ha destinado 224.000 millones.

El pleno aprobó con carácter inicial el plan de reforma de Poblenou y dio su apoyo a la candidatura del poeta Miquel Martí Pol para el Nobel de Literatura.