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El sector moderado de Convergència se organiza en torno a la plataforma 'Catalanisme i progrés'

Francesc Valls

Los nacionalistas moderados de Convergència Democràtica están decididos a presentar batalla en el congreso que celebrará el partido probablemente a finales de noviembre. El pasado jueves, medio centenar de dirigentes de CDC se reunieron y decidieron crear una plataforma precongresual que se denominará Catalanisme i progrés. "Queremos que el partido oiga nuestras propuestas", manifestó uno de los presentes. A este encuentro asistieron, entre otros, el diputado Ignasi Guardans, el europarlamentario Carles Gasòliba y la ex consejera Maria Eugènia Cuenca. Algunos son viejos roquistas, otros proceden de la Esquerra Democràtica de Ramon Trias Fargas. Tienen en común su catalanismo no identitario, que ahora vive horas bajas en CDC. Por eso, muchos de ellos han decidido sumarse a las iniciativas que ha lanzado la Fundación Barcelona, que agrupa a sectores profesionales vinculados políticamente a Miquel Roca.

En la cena celebrada el pasado jueves quedó clara la intención de los presentes de organizarse como plataforma precongresual para que se respire el clima de pluralidad sin sombra de deslealtad ni sospecha. La Fundación Barcelona mantuvo hace unas semanas una reunión con el presidente de la Generalitat y líder del partido, Jordi Pujol, para ponerle al corriente de las intenciones de este sector, que hasta hace poco fue mayoritario en la dirección de Convergència.

Para evitar malas interpretaciones y mantener al Gobierno catalán al margen del debate, los organizadores de la cena han decidido no invitar a ningún consejero en activo. Se da la circunstancia de que el titular de Presidencia, Joaquim Triadú, es miembro de la Fundación Barcelona.

A estos encuentros se han sumado destacados representantes de CDC, como el ex consejero Joan Guitart y el diputado autonómico Rafael Hinojosa. Estas cenas se han ido consolidando poco a poco como una seria plataforma de oposición más a la filosofía nacionalista del actual secretario general, Pere Esteve, que a su persona. "En la próxima reunión empezaremos a debatir con papeles y se elegirá un equipo director, aunque el peso recaerá en torno a la Fundación Barcelona; vamos a abrirnos territorialmente para evitar el centralismo", explicó uno de los asistentes.

Alarma

Los integrantes de la Fundación Barcelona -entre quienes figuran Lluís Recoder, alcalde de Sant Cugat del Vallès; Antoni Gelonch, que ocupó cargos directivos en el Departamento de Enseñanza, y Josep Maria Via, ex secretario general de Presidencia- han mantenido en las últimas semanas contactos con el secretario general de CDC, a quien han expresado su preocupación por lo que consideran escasa sensibilidad hacia sus propuestas.

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Entre el sector moderado del partido existe, además de la preocupación doctrinal, el temor a que los órganos de dirección surgidos del próximo congreso no recojan toda la pluralidad que, a su juicio, tiene Convergència Democràtica.

La intención de Macià Alavedra, ex consejero de Economia, de no volver a estar presente en los órganos de dirección del partido ha disparado alarmas en este sector. Se da la circunstancia de que Alavedra, Joaquim Molins, jefe de filas de CiU en el Ayuntamiento de Barcelona, y Xavier Trias, portavoz en el Congreso, son los integrantes del secretariado permanente a quienes estos sectores moderados consideran más próximos. Este secretariado o sanedrín es la auténtica dirección del partido y sus integrantes son designados por el propio Jordi Pujol de entre quienes forman la ejecutiva.

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