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Una técnica permitirá incorporar a un óvulo de donante los genes de la madre receptora

En la investigación de fecundación asistida figura la bióloga española Carmen Mendoza

Gabriela Cañas

La única forma de que algunas mujeres estériles puedan engendrar un hijo es recibir el óvulo de otra mujer. Un equipo en el que participa la bióloga española Carmen Mendoza publica hoy un ensayo prometedor consistente en manipular el óvulo de la mujer estéril de tal manera que ésta pueda tener su hijo con prácticamente todo su código genético. El tratamiento, ensayado sólo en laboratorio con óvulos animales y humanos, parte de un equipo que ya ha logrado retos como el de conseguir embarazos sin espermatozoides; sólo con sus células precursoras.

El óvulo donante, fecundado e implantado en el útero, permite a muchas mujeres estériles tener hijos, pero éstos no heredan sus genes, sino los de la donante y el padre. Con la técnica que describe este equipo formado por cuatro investigadores -un francés, un brasileño, un italiano y una española- la madre estéril podría, además, conservar su código genético en su descendencia. El trabajo lo publica hoy la revista Reproducción humana, de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología.El núcleo de un óvulo u ovocito contiene la mayor parte de los genes. La técnica ensayada consiste en extraer el núcleo del óvulo donante e insertarle el de la receptora. De esta manera se logra un "óvulo regenerado" que ya puede ser fecundado y emplazado en el útero de la mujer estéril.

"Esta técnica sólo podría servir para el 10% de las mujeres estériles", explicaba ayer la bióloga de la Universidad de Granada Carmen Mendoza. "Serviría para las que sufren un defecto en el citoplasma (material extranuclear) del ovocito".

Como explica el trabajo publicado, es un nuevo "método de fusión de membranas" que podría permitir que el núcleo del óvulo de la mujer estéril sea transferido con éxito al óvulo donante, al que previamente se le ha extraído el núcleo, con lo que obtendría un óvulo completo de nuevo.

En los experimentos realizados con óvulos humanos, los investigadores han transferido los núcleos mediante un método químico. "Hemos unido parte del citoplasma con el núcleo tratándolo con un producto químico llamado fitohemaglutinina", explica Carmen Mendoza. "Después, para lograr la fusión, se ha utilizado polietilenglicol".

Los investigadores han utilizado también otro método, mecánico, consistente en una micromanipulación similar a la que se realiza para introducir el esperma en un óvulo.

Acogida científica

El director de la investigación, Jan Tesarik, del laboratorio de Eylau en París (y marido de Carmen Mendoza), asegura que "ambos métodos logran una alta proporción de células fusionadas". Tesarik añade: "Creemos que es la primera vez que se ha intentado el método mecánico y estamos sorprendidos y entusiasmados por el éxito obtenido".

El equipo no ha intentado fertilizar los óvulos regenerados porque la formación de embriones humanos con finalidad investigadora está prohibida en Francia y en España y estrictamente regulada en Italia.

Los investigadores no saben cuánto tiempo habrá que esperar para que las parejas se beneficien de esta nueva técnica. "El próximo mes la presentaremos en Sevilla, en el Congreso Nacional de Fertilidad y no sabemos cómo será acogida. Todo depende de la demanda que genere y, sobre todo, de cómo la reciba la comunidad científica", dice Carmen Mendoza. "Ya hemos pedido el permiso para ponerla en práctica a la Comisión Nacional de Reproducción Asistida".

Tesarik señala que la nueva técnica tiene la ventaja de que se podrá fusionar el ovocito e introducir el esperma en una sola y relativamente simple manipulación de forma simultánea.

Mendoza y sus colegas tienen ya una amplia experiencia en la innovación de las técnicas de reproducción asistida. En 1995 presentaron los resultados de una técnica que podría lograr fecundar un óvulo sin espermatozoides. No era ciencia-ficción, sino un sistema que conseguía la maduración de las espermátidas (células precursoras) in vitro. Posteriormente, presentaron una ensayo similar consistente en cultivar in vitro tejido testicular para lograr espermatocitos. Ya hay bebés que han sido gestados con dichos métodos. Una niña de Alicante llamada Nuria fue la pionera en España y ya ha cumplido el año.

"Tanto en aquellos casos como en el nuevo ensayo, la finalidad es la misma: lograr reproducción asistida manteniendo la herencia genética", sentencia Carmen Mendoza, que asegura estar inmersa en más investigaciones que pronto darán sus frutos.

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Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

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