"Las orquestas barrocas tienen la vida asegurada por muchos años"

Los nombres de Bach, Händel e incluso el de Mozart, antes patrimonio de todos, han desaparecido prácticamente de los programas de conciertos de las orquestas sinfónicas en la actualidad. "Al que le gusta la música barroca o clásica hoy ni se le ocurre ir a escucharla interpretada por una orquesta sinfónica. Busca una orquesta especializada, no por una moda, sino porque son las adecuadas para tocar este tipo de música. Por ello creo que las orquestas barrocas tienen la vida asegurada por muchos años", asegura Jeanne Lamon, violinista barroca y directora musical de la orquesta canadiense Tafelmusik, el más célebre e internacional de los conjuntos americanos especializados en la interpetación de música barroca y clásica con instrumentos originales.Tafelmusik y Lamon adelantaron a anteanoche en el Auditorio Nacional de Madrid, sustituyendo en el último momento al pianista Ivo Pogorelich, que canceló la actuación que tenía prevista, el inicio de su gira por España, en la que ayer tocaron en Bilbao, hoy en Vigo, mañana en Zaragoza y el sábado en Sevilla, con un programa con obras de Geminiani, Zelenka, Händel, Bononcinci, Porpora y Boccherini, con la colaboración como solista de la contralto francesa Nathalie Stutzmann.

Nacida en Estados Unidos, pero con nacionalidad canadiense desde 1988, Jeanne Lamon es desde 1981 la directora musical de Tafelmusik, orquesta fundada en 1979, que tiene su base en Toronto. Como responsable artística del conjunto, se enorgullece de haber conseguido reunir a una veintena de excelentes músicos especializados en el barroco, que, con un amplio repertorio, han conquistado el reconocimiento internacional. "No estoy en absoluto de acuerdo en que los músicos europeos dispongan de ventajas a la hora de interpretar la música barroca por el simple hecho de ser europeos. Actualmente, tanto en Canadá como en Estados Unidos, existen excelentes escuelas donde estudiar música antigua, barroca o clásica sin tener que ir a Europa, como hace 30 años tuve que hacer yo".

Sin embargo, reconoce que es más difícil para las orquestas especializadas sobrevivir en el continente americano. "Si en Europa hay más grupos es porque reciben subvenciones de los gobiernos. En Canadá, con un sistema económico a medio camino entre el europeo y el estadounidense, la música todavía recibe ayudas de las administraciones públicas, pero en Estados Unidos no, lo que hace muy difícil para este tipo de conjuntos que puedan sobrevivir", asegura.

A pesar de que ha empuñado la batuta al frente de otros conjuntos, con Tafelmusik, Jeanne Lamon siempre dirige desde el atril de primer violín. "Hace casi 20 años que trabajo con los músicos de la orquesta, nos conocemos muy bien y no es necesario que me ponga delante de ellos con una batuta. Además, para ser fieles, la música barroca se dirige desde el atril del primer violín".

Asegura la directora de Tafelmusik que no siente la necesidad, como les ha ocurrido a otros responsables de grupos europeos de las mismas características, de introducirse en el repertorio del siglo XIX, o incluso en el XX. "Para interpretar esta música ya existen las orquesta sinfónicas, y para la escrita para grupos de cámara no sirven nuestros instrumentos", advierte.

Lamon está convencida de que la música barroca es un inmenso cofre lleno de sorpresas para el público. "Hay tantos compositores a los que la gente todavía no conoce que me apasiona el trabajo de descubrir partituras olvidadas o muy poco interpretadas para mostarlas al mundo", concluye.