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Annan asegura en la ONU que la amenaza de una guerra nuclear es una posibilidad real

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, advirtió ayer de que la "amenaza de una guerra nuclear sigue siendo una posibilidad muy real y aterradora", en su discurso inaugural ante la conferencia de Naciones Unidas encargada de revisar el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP). Las pruebas nucleares llevadas a cabo por India y Pakistán, la reciente decisión de EEUU de reiniciar su programa antimisiles y la nueva doctrina militar rusa sobre el uso de su arsenal han marcado el tono de pesimismo de esta conferencia, que durante un mes tratará de actualizar unos principios acordados en 1970.

Annan quiso recordar que siguen existiendo "35.000 armas nucleares en los arsenales de las cinco potencias nucleares, miles de ellas en alerta máxima". El secretario general denunció unas instituciones "que se están oxidando" debido a la falta de voluntad política de sus miembros. También criticó, sin mencionarla explícitamente, la intención de los estadounidenses de reiniciar su programa de defensa antimisiles: "Esta presión puede poner en peligro el tratado antimisiles (ABM) y llevar a una nueva carrera armamentística". Los 187 países firmantes del TNP se reunirán en Nueva York durante un mes para tratar de actualizar los principios acordados hace 30 años según los cuales tan sólo cinco países, Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, China y Francia, conservan su capacidad nuclear, a cambio de reducir su arsenal, mientras que el resto se compromete a no adquirir este tipo de armas. El acuerdo se fue renovando cada cinco años hasta que en 1995 sus miembros votaron extenderlo indefinidamente.En esta sesión, que tiene como objetivo reimpulsar unos principios que parecen haber caído en desuso, un grupo de países no nucleares, que incluye a Suráfrica, Egipto, Brasil, Irlanda, Nueva Zelanda, México y Suecia, tiene intención de arremeter duramente, con el apoyo del secretario general, contra las cinco potencias, y muy en particular contra Estados Unidos y Rusia, por haber inclumplido sus compromisos de desarme.

Las últimas iniciativas militares por parte de estadounidenses y rusos han creado serias inquietudes entre el resto de los miembros. La secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright, quiso ayer calmar los ánimos al asegurar en su discurso ante la ONU que "Estados Unidos es el país que más tiempo ha dedicado al desarme". Sin embargo, Albright justificó el empeño de su Gobierno por modificar el tratado ABM: "Ya fue rectificado en el pasado y no hay ninguna razón por la que no pueda ser rectificado de nuevo". La secretaria de Estado aseguró que el plan de defensa antimisil norteamericano no suponía una amenaza para Rusia sino un sistema de defensa a menor escala. Hoy le tocará a su homólogo ruso, Igor Ivanov, responder a esta intervención y explicar la nueva doctrina militar aprobada el pasado viernes por Moscú y que le permite utilizar en primer lugar sus armas nucleares en caso de grave peligro para la seguridad del país.

Puntos a su favor

Los rusos llegan a esta conferencia con algunos puntos más a su favor que los estadounidenses. El pasado 14 de abril, la Duma ratificó el acuerdo START-II sobre reducción de armas nucleares (que limita a 3.500 las cabezas nucleares por ambos lados) y el Tratado de Prohibición Total de las Pruebas Nucleares (CTBT). Este último fue rechazado por el Senado norteamericano el pasado otoño. Desde enero de 1999, EEUU está pensando en reanudar su programa de defensa antimisiles, que implicaría serias revisiones del tratado ABM firmado en 1972 y que Annan ha calificado de "piedra de toque" de los acuerdos de desarme. Con su reciente ratificación, Moscú espera canalizar todos los ataques del resto de los 187 miembros del TNP hacia Estados Unidos.

China se ha mostrado igualmente crítica hacia las nuevas iniciativas militares de Washington de reanudar la guerra de las galaxias. Por si fuera poco, las pruebas nucleares llevadas a cabo por India y Pakistán en mayo de 1998 también han supuesto un serio revés en la aplicación del TNP al incluirlas de hecho en el grupo de las cinco potencias nucleares. Las pruebas fueron calificadas ayer por Kofi Annan como "un serio retroceso contra las normas de no proliferación nuclear". Lo cierto es que las iniciativas de desarme se han paralizado en estos últimos cinco años, lo que se ilustra con el total estancamiento de su principal foro de discusión, la Conferencia sobre el Desarme, con base en Ginebra, que no ha conseguido redactar un acuerdo sobre limitación del uso de materiales fisibles, como el uranio o el plutonio, para fines militares.

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La ONU también ha denunciado la imposibilidad en algunos casos de comprobar la aplicación de las normas de desarme en algunos países, especialmente en Irak y Corea del Sur. Estas violaciones de los acuerdos y las pruebas llevadas a cabo en India y Pakistán han dificultado aún más la puesta en práctica de uno de los pilares del TNP: el establecimiento de zonas no nucleares. Hasta ahora existen cuatro: América Latina y Caribe, Pacífico sur, sureste asiático y África, aprobado pero no ratificado.

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