Blair trata por todos los medios de que Ford no abandone el Reino Unido

El primer ministro británico, Tony Blair, se ha empeñado en que la firma estadounidense Ford no abandone el Reino Unido, donde posee una fábrica en Dagenham (al este de Inglaterra) y que da empleo a 7.700 personas. El plan de reestructuración de Ford afectaría a unos 3.000 empleos de la factoría, ya que 4.700 se destinarían a otras empresas. Blair no quiere otro estallido social tras el abandono de BMW de Rover -que afecta a 7.000 personas- que le suponga otro revés a la política industrial de su Gobierno.

Blair ha mantenido reuniones "secretas" con responsables de la dirección de Ford para evitar el posible cierre de su mayor planta de producción en el Reino Unido. Fuentes de Downing Street, sede del Gobierno británico, han desvelado que Blair se ha entrevistado con el jefe de operaciones globales del grupo, Jack Nasser, para persuadirle de que no cierre su fábrica de Dagenham (este de Inglaterra). Asimismo, Blair está en contacto telefónico con el presidente de Ford Europa, Nick Scheele, para que le informe sobre sus planes y sus intenciones de futuro, aunque no le puede prometer subvenciones comunitarias por la rigidez legal de la Unión Europea.El pasado sábado, el periódico Financial Times informaba de que Ford va a anunciar en el mes de mayo el cese de la producción en la factoría de Dagenham, con lo que 3.000 empleos podrían estar en peligro. Posteriormente, la empresa calificó la información de "especulación", aunque desde hace tiempo se conoce que en los planes de la multinacional estadounidense figura la intención de reordenar su capacidad en Europa y desprenderse de las plantas más anticuadas.

La dirección de Ford ha alegado problemas económicos para mantener a flote su mayor planta de producción en el Reino Unido, tras registrar una grave caída de sus beneficios en Europa, pasando de 320 millones de dólares (56.600 millones de pesetas) a 45 millones de dólares (7.900 millones de pesetas) durante el año pasado. Unos 3.000 empleos podrían peligrar de confirmarse los planes de Ford, que ya despidió el pasado mes de febrero a 1.500 trabajadores tras advertir de que tomaría medidas más drásticas en caso necesario.

La planta de Dagenham, creada hace 70 años, ofrece empleo a unos 7.700 trabajadores, y está previsto que unos 4.700 sean destinados a otros centros de producción de la empresa. Si el grupo aprueba la iniciativa, que formaría parte de un plan de reestructuración de la empresa, unos 10.000 empleos en Inglaterra en el sector del automóvil estarían en riesgo, al sumarse los despedidos por Rover.

Hace pocos días también la firma automovilística japonesa Honda anunciaba que reduciría a la mitad la producción de su única planta en el Reino Unido, pasando de 80.000 a 37.000 unidades al año en la fabricación de sus modelos Civic y Accord. Las compañías achacan la razón de sus drásticas medidas a la fortaleza de la libra, en perjuicio de las exportaciones, y a la indecisión del país sobre su acceso al euro. Antes de anunciar su decisión definitiva sobre el futuro de la planta de Dagenham, los directivos de Ford deben aprobarla en una reunión prevista para el próximo mes de mayo.