El PSOE alerta del posible desplome de una escombrera junto a la M-30

El grupo municipal socialista cree que la gran montaña de escombros que se levanta entre la margen izquierda del río Manzanares y el nudo sur de la M-30, en los distritos de Villaverde y Usera, puede derrumbarse a causa de la aparición de grietas en la escombrera. Por ello, el Área de Medio Ambiente llevará al próximo pleno del Ayuntamiento la aprobación de un proyecto de 144 millones de pesetas para evitar el desplome de este gran vertedero, según una nota del grupo municipal del PSOE.Los socialistas denuncian que un informe del Departamento de Aguas y Saneamiento del Ayuntamiento de Madrid dice: "Se trata de obras de imperiosa urgencia, ya que el estado de la gran escombrera y de las numerosas grietas que habían aparecido en su cara oeste durante el último año hacían imprevisible el comportamiento del material durante las próximas lluvias".

El informe destaca, además, que se temen "graves deslizamientos y desprendimientos de ladera que afectarán al río y, posteriormente, a la vía circulatoria de la M-30, tal y como se describe en el proyecto".

Actuar con urgencia

Este documento, según el grupo municipal del PSOE, añade que existen informes geotécnicos que alertan de que "hay que actuar con urgencia sobre los taludes de las escombreras localizadas en la ribera de la margen izquierda del río Manzanares en su tramo inferior, evitando así riesgos de desprendimientos sobre el cauce del río que provocarían cambios en el curso y en la cota de agua del mismo, con resultados nefastos" para el medio ambiente y los vecinos.

Para la concejal socialista Cristina Narbona, "este informe es muy preocupante porque evidencia que en cualquier momento el cauce del río Manzanares se puede llenar de escombros, provocando un auténtico desastre ecológico que afectaría a los vecinos de los distritos de Villaverde y Usera y, en primer lugar, a los propietarios de los huertos situados en las márgenes del río". En esta parte del Manzanares existen pequeños huertos cuidados por vecinos de la zona.

Según Narbona, "los responsables del medio ambiente madrileño sólo se acuerdan de santa Bárbara cuando truena". "Nuestro grupo municipal", indica la concejal, "ha venido avisando desde hace años del crecimiento incontrolado de los vertidos ilegales de escombros y basuras junto al río, pero nadie nos ha hecho caso. Y ahora, cuando la altura de los escombros es auténticamente peligrosa y amenazante, es cuando se empiezan a tomar medidas".

Por último, la edil criticó que "estos problemas no se hubiesen detectado en 1997, que es cuando se presentó el proyecto del Plan de Saneamiento Integral de Madrid para el acondicionamiento del tramo inferior del río Manzanares, ni cuando se adjudicó en marzo de 1998 por 1.171 millones de pesetas".