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Reportaje:

La Pasión, según Internet

Vicente G. Olaya

La Pasión Viviente de Chinchón ha decidido entrar en el año 2000 no al son de los tradicionales tambores de Semana Santa, sino al ritmo de las nuevas tecnologías. La Asociación de la Pasión de Chinchón, entidad que agrupa a más de un centenar de vecinos y que desde hace 37 años organiza este impresionante espectáculo cultural, ha llevado por primera vez la representación de la muerte de Jesucristo a una página de Internet (www.ciudadchinchón.com). En este portal, los interesados podrán contemplar, a partir de mañana, las mejores instantáneas del Vía Crucis, además de dar un paseo virtual por los monumentos más destacados de la localidad, conocer sus productos típicos y recordar las tradiciones más arraigadas del municipio. La Pasión Viviente de Chinchón se representa cada año desde 1963. Surgió de la mano del sacerdote Luis Lezama, por aquel entonces coadjutor de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, que pidió ayuda a un grupo teatral aficionado para hacer realidad su idea.

La primera representación se llevó a cabo en sólo tres calles del pueblo, frente a las diez escenas actuales. Según la Asociación de la Pasión, la primera representación fue un fracaso, porque "no se oyó nada", ya que los actores sólo contaban con un micrófono y dos altavoces. Al segundo año, las cosas mejoraron un poco. El Ministerio de Educación prestó mejores aparatos de sonido, pero seguían faltando actores: sólo hubo tres apóstoles disponibles y media docena de soldados romanos. En total, no más de 15 personas. En 1966 ya se pudieron comprar los primeros focos y sustituir a las agonizantes bengalas y antorchas utilizadas hasta entonces.

Pero, a pesar de la escasez de medios -el ministerio retiró completamente las subven-ciones-, los vecinos no se amedrentaron y siguieron aportando ayudas para convertir en realidad la Pasión Viviente de Chinchón. En la actualidad son el vecindario y Caja Madrid los que sostienen económicamente la representación.

Ayer, unos 250 actores aficionados participaron en los actos. El papel de Jesús lo encarnó Miguel Ángel Moya, un industrial panadero de 37 años. Más de 10.000 personas -la incesante lluvia redujo el número de visitantes esperado, que el año pasado alcanzó los 15.000- se agolparon en las calles del municipio para seguir la representación.

La Pasión se desarrolla siempre al anocher del Sábado Santo en parajes escogidos y que guardan cierta similitud con los Santos Lugares. La actuación se prolonga durante casi dos horas. En Internet se pueden ahora ver sus mejores momentos. Por eso, en Chinchón están muy orgullosos del camino que emprendieron, hace 37 años, 15 vecinos con sólo dos altavoces y un micrófono.

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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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