El Ayuntamiento de Manresa somete sus planes municipales al control de sus ciudadanos

El Ayuntamiento de Manresa ha puesto en funcionamiento un ambicioso plan para promover una participación ciudadana más directa en la toma de decisiones políticas. El equipo de gobierno, integrado por el PSC, ERC e IC-V, quiere someter sus proyectos para los próximos tres años al análisis directo de los ciudadanos. Se trata de una propuesta que persigue un compromiso más activo de los ciudadanos que su simple participación en las elecciones, y que está siendo vigilada por otras ciudades de dimensiones similares a las de la capital del Bages para aplicarla.

El gobierno municipal se ha lanzado a la aventura de intentar encontrar la colaboración directa de los ciudadanos para enriquecer y corregir los proyectos para la ciudad. Los concejales y los técnicos municipales se han pasado varios meses estudiando qué propuestas presentaban para el trienio 2000-2003 y han elaborado un documento, el Plan de Actuación Municipal, que someten íntegramente a revisión de la ciudad. El documento ha pasado el primer test: cuatro mesas redondas con debate entre los ciudadanos de los sectores norte, sur, este y oeste de la ciudad.A estas sesiones seguirán ahora la evaluación por parte de las mesas sectoriales del mundo universitario, de la atención a las personas, de la sostenibilidad y la calidad de vida, de la actividad comercial, industrial y de servicios, y de la información y la participación ciudadana.

El debate inicial ha tenido una acogida tenue para la oposición municipal -básicamente de CiU porque el PP apenas ha asistido a las sesiones-, al igual que para buena parte del mundo vecinal. Desde el equipo de gobierno, el balance es mucho más positivo y se subraya que en cuatro sesiones han asistido 170 personas y 40 entidades.

En opinión del alcalde, el socialista Jordi Valls, se trata de una participación interesante porque, si se mantiene este nivel de participación, más de 700 personas habrán intervenido en la experiencia cuando concluya. Valls, no obstante, es prudente: "Los políticos no acabamos de salir nunca del debate de la participación; nosotros lo estamos intentando".

Entre las asociaciones de vecinos de la ciudad, el debate se ha acogido con diversidad de opiniones, según si son más críticas o más próximas a la acción del gobierno municipal. Víctor Feliu, de la Asociación de Vecinos de la plaza de Cataluña, considera positivo el esfuerzo del Ayuntamiento, admite que se puede mejorar el método y reclama más atención para solucionar problemas de la ciudad y de su barrio. En cambio, desde la Asociación de Vecinos del Barri Vell, Francesc Homs considera que el debate propuesto es inútil porque no plantea algunos de los problemas por los que hace años que se lucha: los ruidos nocturnos, el tráfico, el aparcamiento.

Los primeros debates han puesto sobre la mesa una evidencia: el consistorio ha presentado a la ciudad los grandes proyectos de futuro, y el ciudadano le ha pedido más atención en los aspectos cotidianos, los que no aparecen en los proyectos: entre otros, la circulación, el transporte público, la vigilancia callejera y las molestias de las obras.

"Hay aspectos del día a día de la ciudad que debemos valorar más", admite Valls, quien reclama más participación cuando se explican proyectos que suponen crecimiento urbanístico, la apertura de la ciudad al río Cardener y la solución a un problema de cloacas. El proceso finalizará en julio y las conclusiones serán definitivas.