Decisión insoslayable

¿Hará efectivo su compromiso de no permanecer más de ocho años en la presidencia del Gobierno José María Aznar o, tras la mayoría absoluta obtenida el pasado 12-M, volverá a ser el candidato del PP en el 2004?Este es uno de los interrogantes que va a dominar la legislatura que empieza esta semana. Va a dominar, en primer lugar, la vida política en el interior del PP. Si la retirada del presidente Aznar va en serio, antes de que se alcance el ecuador de la legislatura, tiene que haber movimiento para ver quién va a ser el candidato en el 2004. Si no hay movimiento en las filas del PP para entonces, José María Aznar volverá a ser el candidato del PP.Un candidato a presidente del Gobierno no se pone en circulación de la noche a la mañana, ni puede tener legitimación para ser candidato sin haber pasado previamente por una competición interna.

Pero si el compromiso va en serio, no es sólo la competición política intra e interpartidaria en el ámbito estatal la que se va a ver afectada, sino que se verá afectada también la competición intra e interpartidaria en el ámbito autonómico. Piense el lector simplemente en el número de presidentes de comunidades autónomas que llevan más de ocho años en el ejercicio del cargo: Fraga, Rodríguez Ibarra, Lucas, Bono... ¿Arrastraría la decisión del presidente del Gobierno de la nación a estos presidentes autonómicos a adoptar un compromiso similar?

En todo caso, donde la decisión de José María Aznar, de hacerse efectiva, acabará teniendo una influencia insoslayable es en Andalucía. La coincidencia de las elecciones estatales y autonómicas en el 12-M y la coincidencia o casi coincidencia que tendrá que producirse en el 2004, sitúa ya al PSOE en una posición muy delicada. Si en el 2004 José María Aznar renuncia a ser candidato por tercera vez, ¿podría el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, ser candidato por quinta vez? La eventual contradicción entre la conducta del PP y la del PSOE se haría visible en Andalucía como en ninguna otra de las comunidades autónomas y podría tener consecuencias electorales muy negativas para los socialistas.

Pienso que la sustitución de Manuel Chaves como candidato a la presidencia del Gobierno en el 2004 debería empezar a ser estudiada en el partido socialista. E incluso que tendría que ser tomada en consideración por el propio presidente a la hora de formar Gobierno. El PSOE en Andalucía no puede dejar de tomar en consideración la hipótesis de que José María Aznar va a hacer efectivo su compromiso. Y no puede dejar de tomarlo en consideración desde ahora mismo. No puede dejar el debate para el final de la legislatura, porque será demasiado tarde. La ventaja de la que dispone el PSOE sobre el PP se ha reducido tanto, que ya no dispone de margen de maniobra. La improvisación en cuestión tan importante al final de la legislatura puede ser suicida.JAVIER PÉREZ ROYO