Arzalluz acusa a PP y PSE de confabularse para apuntillar a Ibarretxe si ETA mata otra vez
El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, aseguró ayer tener "informaciones fidedignas" de que populares y socialistas tienen "una estrategia concertada" para "lanzarse a degüello contra el lehendakari y el PNV" en el caso de que se produzca un nuevo atentado de ETA. Para el líder peneuvista, "sería la fase final de la estrategia de desestabilización" que, a su juicio, han emprendido el PSE y el PP. Carlos Iturgaiz y Nicolás Redondo rechazaron que exista tal confabulación y acusaron a Arzalluz de pretender "blindar" a su partido si ETA vuelve a matar.
Los dirigentes de los tres mayores partidos vascos siguieron ayer su guerra verbal. La mecha la prendió Arzalluz en la conferencia de prensa convocada para adelantar las líneas generales del manifiesto para el Aberri Eguna (Día de la Patria Vasca), que las formaciones nacionalistas celebrarán el próximo domingo; juntos por la mañana y separados por la tarde.El líder peneuvista aseguró -aunque admitió no poder señalar a nadie con nombres y apellidos y se inclinó por que esa presunta estrategia ha sido concertada "más por los de aquí [Euskadi] que por los de Madrid"- que populares y socialistas han diseñado una estrategia común para, en el caso de que ETA vuelve a atentar, "aprovecharse" y "terminar de desacreditar y poner en una situación insostenible a Ibarretxe y al PNV". De "perversa" tildó Arzalluz esta supuesta estrategia común. "Sería especialmente sangriento aprovecharse de una situación de este tipo que nos afecta a todos para cargar sobre alguien", añadió. El presidente peneuvista agregó que aunque el PP y el PSE no desean ningún atentado de ETA, "por lo menos están esperando a que actúe".
El presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, se apresuró a responderle que es "esperpéntico" que Arzalluz considere "desestabilizador el trabajo democrático" que la oposición hace a diario en el Parlamento vasco. Añadió que da la impresión de que Arzalluz prefiere a ETA "como agente político" antes que a una oposición que actúa de manera "constructiva" ante "un Gobierno sin iniciativa y supeditado al apoyo de HB, que son cómplices activos de la estrategia de ETA". "Es macabro que el PNV hable de estrategia conjunta ante un posible atentado cuando este partido tiene un pacto político con un partido que no va a condenar atentados", subrayó el ministro del Interior, Jaime Mayor.
"Es mentira"
El líder de los socialistas vascos, Nicolás Redondo, dijo sin tapujos que lo dicho por Arzalluz "es mentira". Para Redondo, al hablar de confabulación el presidente peneuvista pretende "hacer ver a sectores internos del PNV" que no es posible un entendimiento con el PSE o el PP. Por otro lado, el líder del PSE ve en las manifestaciones de Arzalluz el propósito de preparar y "blindar" a su partido y al Gobierno de Ibarretxe ante un posible nuevo crimen de ETA, para no verse obligado a rectificar su apuesta por el Pacto de Lizarra y la radicalidad nacionalista.
Desde la ruptura del acuerdo parlamentario con Euskal Herritarrok (la marca electoral de HB) por no desmarcarse de los atentados de ETA, el Gobierno del PNV y EA tiene sólo el apoyo de 27 de los 75 parlamentarios de la Cámara autonómica.
La decisión de la plataforma de la izquierda abertzale de acudir al Parlamento de Vitoria sólo cuando se debatan asuntos que considere importantes para la "construcción nacional" ha colocado al lehendakari en una precaria situación frente a los 32 parlametarios que suman los partidos no nacionalistas (PP, PSE y UA). Pese a estar roto el pacto de legislatura, EH ha acudido en las últimas ocasiones a salvar al Gobierno de las iniciativas parlamentarias conjuntas de los no nacionalistas. Ibarretxe, sin embargo, se niega a adelantar las elecciones y ha retado al PP y al PSE a presentar una moción de censura. Arzalluz señaló ayer que aunque estos dos partidos intensifiquen su acoso al PNV, también lo aguantarán. En tono desafiante llegó a afirmar que personalmente sería partidario del adelanto -"sólo el PP y nosotros podríamos soportar unas elecciones"-, para indicar después que no es conveniente volver a llamar a las urnas cuando ha habido en Euskadi tres convocatorias electorales en año y medio.
Sin contacto
Preguntado Arzalluz sobre si los intentos del PNV de tener un encuentro directo con ETA han prosperado, respondió: "No hemos tenido ningún contacto directo o indirecto con ETA desde julio del año pasado". Y, pese a las informaciones publicadas en sentido contrario, aseguró: "No lo hemos intentado". Adujo que la actual "no es la mejor situación para llegar a cosas serias", dado que HB aún carece de una dirección definitiva.
Arzalluz dijo que el PNV no va a "darle a la moviola" y renegar del reciente giro soberanista para regresar a las tesis autonomistas, como reclaman algunos destacados miembros del partido. En esa idea insiste el lema del PNV para el Aberri Eguna de este año: "Geure bidetik, bake bidetik (Por nuestro camino, por el camino de la paz)".
Arzalluz explicó por qué los nacionalistas no celebran el Aberri Eguna con un único acto: "No se puede cuando unos quieren conseguir la patria a tiros y otros no aceptamos los tiros". De todos modos, el PNV, EA y EH han vuelto a convocar, a través de la asociación de electos municipales Udalbiltza, actos unitarios frente a los ayuntamientos y a las Diputaciones al mediodía del domingo.
El líder del PNV restó importancia a las críticas internas de militantes. Dijo que el partido no tiene por qué temblar cada vez que un afiliado exprese su opinión, ni siquiera si es Emilio Guevara, exdiputado general de Álava, cuya readmisión en el PNV, dijo, "quizá fue un error".
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