Ferguson elogia a Casillas

El Madrid vivió una noche de gloria inesperada. "Si no lo hemos celebrado con champán en el vestuario", argumentó McManaman, "ha sido porque el sábado tenemos un partido muy importante contra el Racing y no es cuestión de descuidar la preparación", reía el inglés, satisfecho no sólo por la victoria sino por haber dejado en el camino al Manchester, el equipo que durante diez años -los que jugó en el Liverpool-, fue rival acérrimo.Abstrayéndose de toda euforia, el técnico madridista, Vicente del Bosque, adoptó esa pose tan suya de austero gentilhombre castellano, para referirse en términos amables a su rival, para agradecer el comportamiento "admirable" de los jugadores del Manchester, y hasta para "felicitar" al Barcelona y al Valencia por haber pasado sus respectivas eliminatorias hacia la semifinal de la Liga de Campeones, junto con el Madrid. Si acaso, el protocolo se tambaleó un poco en la sala de prensa de Old Trafford, cuando Del Bosque dijo que el Manchester, "tácticamente", había sido "una anarquía".

Del Bosque se refirió así a la decisión de su colega, Sir Alex Ferguson, de alinear en el último tramo del partido a tres delanteros (Solskjaer, Yorke y Sheringham), dos extremos (Giggs y Beckham) y un media punta (Scholes). "No tuvieron más remedio porque el partido se les puso en contra. Fue necesario que se olvidaran de la táctica para meter un gol, y nosotros nos aprovechamos de eso", dijo el entrenador madridista, que llegó de urgencia a la dirección técnica del club tras el despido fulminante, en noviembre pasado, de John Toshack.

Ferguson elogió a Casillas: "Fue sorprendente ver cómo un chaval de 18 años era capaz de llevar a cabo un trabajo tan solvente, con una gran madurez". Casillas no se inmutó. "Sólo hice mi trabajo", aseguró. "Este es un estadio muy bonito y el ambiente fue fantástico, pero yo me limité a hacer mi trabajo. Tengo que mantener la calma porque el sábado jugamos contra el Racing y si cometo errores las críticas me van a llover, así que más vale ir poco a poco". No estuvo mal su despliegue. Desbarató seis jugadas claras de gol. Un remate a bocajarro de Solskjaer, una entrada al área con disparo de Beckham, dos cabezazos de Yorke y un uno contra uno frente a Keane. "La parada más difícil fue la que le hice a Beckham, porque impone cuando le reconoces", bromeó el portero, que en la Liga aún juega con ficha del equipo filial.