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La protesta de Unió de Pagesos colapsa Lleida y causa retenciones en las carreteras

Los 15 cortes de carretera convocados ayer por Unió de Pagesos (UP), el sindicato mayoritario del campo catalán, contra el incremento experimentado por los precios del gasóleo agrícola y los fertilizantes tuvieron una considerable incidencia. La ciudad de Lleida y sus alrededores permanecieron colapsados durante más de tres horas; en las carreteras de Tarragona y Girona, además de cortar el tráfico, los agricultores encendieron hogueras con neumáticos y en Barcelona, unas 350 personas cortaron el tráfico en el Eix Transversal. Alrededor de 10.000 payeses con 2.500 tractores y 800 furgonetas, según datos de Unió de Pagesos, participaron en los cortes de tráfico, que se prolongaron a lo largo de toda la mañana.

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La concentración más importante y la que mayores problemas causó fue la de Lleida. Las carreteras de acceso a la ciudad y sus principales calles permanecieron ayer totalmente colapsadas durante tres horas. La marcha, en la que participaron más de 3.000 personas y 500 tractores, finalizó en la Subdelegación del Gobierno con una lluvia de huevos contra la fachada del edificio.Hacía años que los automovilistas de Lleida no soportaban un caos circulatorio tan intenso como el de ayer. Los manifestantes se concentraron a media mañana en la confluencia del paseo de Ronda con la carretera de Zaragoza, lo que originó un colapso considerable en las principales arterias urbanas que obligó a la Guardia Urbana a desviar el tráfico por vías alternativas. Las retenciones de vehículos afectaron también a las carreteras que conducen a Zaragoza, Huesca y el valle de Aran. En algunos momentos las retenciones ocasionaron tres kilómetros de colas.

La marcha iba encabezada por un asno, como símbolo del futuro que le espera al campo, y a continuación una pancarta con el lema Un preu just pel gasoil i els adobs. Con esta acción de fuerza, los agricultores catalanes pretenden demostrar a la Administración su capacidad de movilización ante los problemas que tiene el sector. UP reclama a los ministerios de Agricultura y de Hacienda reducciones en el precio del gasóleo y de los fertilizantes, pero las negociaciones se hallan en un punto muerto. El próximo acto de protesta se llevará a cabo en Madrid el 3 de mayo.

El sindicato considera inaceptable la última propuesta realizada por el Gobierno de rebajar en un 2% el tipo impositivo de los módulos que gravan el carburante agrícola. En 1988, los agricultores que cotizaban por módulos tenían una reducción del 15%, pero este año será del 7 %.

UP denunció ayer que el precio del gasóleo agrícola ha aumentado el 58,2% en los últimos 14 meses y el de los fertilizantes, el 60% en cuatro meses. La organización agraria considera que con los precios actuales se han disparado los costes de producción, y la renta de los agricultores ha disminuido en un 26%, lo cual hace peligrar la viabilidad económica de muchas explotaciones. "Si bajan los precios que nos pagan por nuestros productos y encima nos aumentan en un 6% la presión fiscal, las cuentas no nos salen", se quejaba ayer un payés al acabar la manifestación de Lleida.

Unió de Pagesos pide que el Gobierno rebaje los impuestos del gasóleo agrícola como hace con el sector pesquero, que no paga el impuesto especial sobre hidrocarburos, o como ocurre en otros países europeos.PASA A LA PÁGINA 7

Herminia Sirvent
Josep Lluis Sellart

Hogueras de neumáticos en las carreteras de Tarragona y Girona

VIENE DE LA PÁGINA 1 Los agricultores de Unió de Pagesos reivindican, además, un cambio de la normativa que regula el uso del gasóleo en los vehículos que transportan materiales para desarrollar la actividad agraria. Josep Maria Besora, de UP, explicó tras entrevistarse con el subdelegado del Gobierno en Lleida, Joan Barios, que la Guardia Civil de Lleida no volverá a multar a los agricultores por este motivo.

En la provincia de Tarragona, el corte de tráfico de mayor importancia se produjo en La Selva del Camp, donde el conflicto por el incremento del precio del gasóleo se solapó con el de los frutos secos tras la negativa contundente del comisario de Agricultura europeo, el austriaco Franz Fischler, a debatir una prórroga de las ayudas al sector, lo que supone dejarlo casi a merced del libre mercado. Los payeses de Tarragona, contraviniendo el acuerdo al que llegaron con la subdelegación de Gobierno, decidieron mostrar su indignación y, por su cuenta, cortar de forma total el tráfico, y recuperaron una imagen que no se producía desde la denominada guerra de la avellana de 1996: las hogueras de neumáticos en las carreteras.

La interrupción del tráfico en Tarragona, que no originó grandes colas de coches porque la Guardia Civil ofreció rutas alternativas a los vehículos, se llevó a cabo desde las once de la mañana hasta la una de la tarde. La subdelegada de Gobierno en Tarragona, Margarita López, consideró desacertada la actuación de los 500 agricultores que se reunieron en La Selva del Camp y anunció que se presentará denuncia contra ellos.

Negociaciones oficiales

López minimizó la importancia de las declaraciones de Fischler y recordó a los payeses que ni éstas son definitivas ni las negociaciones están totalmente cerradas. El Departamento de Agricultura de la Generalitat, por su parte, emitió ayer un comunicado en el que muestra su apoyo a los productores y recuerda las gestiones realizadas por el consejero Josep Grau ante el ministro.

En total, en las carreteras de Tarragona se concentraron unos 3.500 agricultores con 1.000 tractores. Tampoco se produjeron graves colapsos circulatorios en estas acciones porque se respetaron los acuerdos de que los cortes fueran intermitentes y no durasen más de una hora. El representante de UP, Salomó Torres, valoró la respuesta de los payeses en Tarragona y reconoció que el recién abierto conflicto de los frutos secos "ha calentado los ánimos".

En las comarcas de Girona, un millar de agricultores y ganaderos, según Unió de Pagesos, participaron en las protestas. Un totla de 350 tractores tomaron diversas carreteras y provocaron retenciones y lentitud en el tráfico. La actuación de los manifestantes propició escenas de tensión entre automovilistas y agricultores, aunque en la mayoría de los casos se evitaron los enfrentamientos y los conductores se las ingeniaron para buscar vías alternativas. En la carretera GI-642, en el término municipal de Parlavà, se quemaron neumáticos. En la Cerdanya se cortó el acceso al túnel del Cadí, aunque los Mossos d'Esquadra desviaron el tráfico por la Collada de Toses. También la autovía de Banyoles y la carretera de La Bisbal sufrieron cortes. Durante algún tiempo también permanecieron cerradas las entradas y salidas de la A-7 en Figueres.

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