La "lámpara" de Virginia Woolf
"El matriarcado es una hipótesis, un temor; el patriarcado, en cambio, es historia". Lo explicaba la profesora Nora Catelli en la presentación del faro que el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) dedica a la escritora británica Virginia Woolf dentro del ciclo de exposiciones, o instalaciones, dedicadas a revisar las figuras históricas que han marcado el siglo XX. Virginia Woolf (1882-1941) es la primera mujer que ha merecido el honor de ser faro, una figura metafórica que, recordó Catelli, tiene mucho de fálica. Tal vez por eso, Eugènia Balcells, la artista encargada de reflejar estéticamente la importancia de la autora de Las olas y Al faro, considera más adecuado en este caso hablar de "lámpara". "Una lámpara puede alumbrar un espacio íntimo. Quizás es menos visible, pero en cambio desprende una luz profunda y fuerte", afirmó.Como profunda y fuerte ha sido, a juicio de Catelli, la impronta de Woolf en la cultura de este siglo. "Ha tenido una influencia enorme, aunque, al igual que Proust, es casi imposible copiar su estilo. La suya es un tipo de narrativa en la que desaparece casi por completo la trama y en la que no hay diferenciación entre el discurso exterior y el interior. En la literatura posterior puedes detectar si alguien escribió despues de Woolf, pero no qué es lo que tomó de ella".
PASA A LA PÁGINA 7
Una instalación de Eugènia Balcells recrea el mundo de Woolf
VIENE DE LA PÁGINA 1 La pérdida de límites entre el mundo interior y el exterior, así como la conciencia que tenía Woolf de que la mujer sería el sujeto del cambio histórico en el siglo XX, están en la base de la instalación que ha ideado Eugènia Balcells. Su trabajo, que se presenta en el vestíbulo del centro, recoge estas y otras ideas, y como sucede con las buenas instalaciones, resulta difícil de explicar por la multiplicidad de elementos y lecturas que sugiere.
Tiene forma de doble círculo. El exterior está formado por pancartas de papel en las que se han escrito, con diferentes tipografías, frases extraídas de textos de Woolf -seleccionadas por la responsable teórica de la instalación, Nora Catelli- que en ocasiones se encaran hacia el interior del círculo y en otras hacia su exterior. Por dentro, se proyectan en las paredes de papel dos vídeos, el uno negativo del otro, en los que aparece una mujer en la orilla o dentro del mar. En el centro, una especie de cabaña transparente construida con la tela blanca de diversos mosquiteros superpuestos sirve también de reflejo de imágenes cotidianas. El ritmo de la luz, cuya intensidad varía de forma periódica, y la música de Barbara Held completan una instalación muy compleja formalmente y efectiva en el plano estético.
Según señaló ayer Josep Ramoneda, director del CCCB, la solución artística de este faro ha sido la más conseguida hasta la fecha. La serie de instalaciones Faros del siglo XX surgió de una idea de Juan Insúa según la cual se pretendía no sólo dar a conocer la labor de algunos de los personajes que han marcado el siglo XX, sino también proponer una serie de "experiencias estéticas" que sensibilizaran al público sobre la historia reciente y revisaran el modelo clásico de exposición. En cada caso se cuenta con un especialista y con un artista que da forma estética a sus reflexiones. Hasta la fecha, reconoció Ramoneda, los resultados no han sido especialmente alentadores, "posiblemente porque se ha demostrado la dificultad de entender la propuesta".
Tampoco faltó en la presentación del faro dedicado a la influyente y fascinante escritora del grupo de Bloomsbury, sobre cuya importancia literaria no hay duda, una referencia a la escasa presencia de mujeres consideradas faros del siglo. Los responsables del CCCB no descartaron que el ciclo incluya más mujeres, aunque no adelantaron ningún nombre. Tras Marx, Freud, Edison, Nietzsche y Einstein, están previstos faros dedicados a Le Corbusier y Orson Wells.
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