Intento de apagar el fuego
Loyola de Palacio está a punto de cerrar un acuerdo marco para fijar las relaciones Parlamento-Comisión. "Quedan algunos asuntos pendientes para cerrar del todo la negociación", admite la comisaria. "El principal es el acceso del Parlamento a la información confidencial. Es uno de los asuntos más sensibles, especialmente en áreas como Interior, Defensa o Comercio Internacional", añade. "En el resto de puntos hay ya prácticamente un acuerdo de principio", afirma. "Otro de los puntos delicados es la responsabilidad individual de los comisarios. El Parlamento quiere que éstos se vean obligados a dimitir a petición suya, pero eso es contrario al Tratado. Lo máximo que podemos hacer es que el presidente se comprometa a reflexionar sobre la petición del Parlamento", reconoce De Palacio. "Otro de los aspectos importantes es el compromiso de la Comisión de tener en cuenta las peticiones del Parlamento, pero dejando claro que el derecho de iniciativa es una competencia exclusiva de la Comisión, que no depende ni del Consejo ni del Parlamento".
"Hay un entendimiento en el acuerdo marco que es más razonable que la locura de la Cocobu", explican otras fuentes de la Comisión. "Con la reforma del Tratado abierta, a ninguna de las dos instituciones le interesa crear una crisis, porque las dos han pagado lo que ocurrió en el pasado. El Parlamento, con un 49% de participación en las elecciones europeas, y la Comisión, con los cadáveres de 20 comisarios".
