Unos 100.000 manifestantes exigen en Belgrado elecciones libres y el fin del terror

Bajo el lema "Alto al terror. Por unas elecciones democráticas", cerca de 100.000 manifestantes, según las estimaciones más fiables, se lanzaron ayer a la plaza de la República, en el corazón de Belgrado. Se trata de la mayor manifestación de la oposición contra el régimen del presidente Slobodan Milosevic, desde la del pasado 19 de agosto. Los manifestantes tuvieron que superar toda clase de trampas tendidas por el régimen. La más sutil: un maratón de películas de estreno en la televisión. Los líderes opositores enemistados, Vuk Draskovic y Zoran Djinjic, se dieron la mano ante los miles de manifestantes.

Las amenazas en las empresas estatales de perder el puesto de trabajo no detuvieron a los manifestantes. Tampoco la emisión, en un maratón televisivo, de las películas más atractivas, todavía no estrenadas en los cines: American beauty, Matrix o la última de James Bond. Miles de manifestantes, jóvenes en su mayoría, inundaron ayer la plaza de la República y sacaron a la oposición del sueño invernal en que se encontraba sumida.Los líderes opositores más destacados, el populista Draskovic, del Movimiento de Renovación Serbio (SPO), y Djinjic, del Partido Democrático (DS), enemigos irreconciliables tras la ruptura de la coalición que ganó las elecciones municipales a fines de 1996, se dieron la mano. Parecía un gesto obligado en un día tan señalado, que no garantiza un acuerdo a la hora de elaborar una lista conjunta para las elecciones, que tal vez se celebren el próximo otoño.

Los jóvenes gritaban por las calles del centro a los policías: "¡Uníos a nosotros. Os va a ir mejor que con él". Otros coreaban la canción de los hinchas del equipo de fútbol Estrella Roja con un texto expresivo: "¡Salva a Serbia y suicídate, Slobo!", alusivo a Milosevic.

Intervinieron en el mitin más de una docena de oradores de la oposición. El orden de actuación fue el alfabético, tras una larga disputa días pasados entre los diferentes grupos y grupúsulos opositores. Draskovic arengó a los manifestantes: "Nosotros queremos ser hombres, queremos la libertad de vivir, la libertad de prensa, de palabra, de enseñanza. No queremos vivir en un campo de concentración". Añadió Draskovic: "No queremos que nos mate ni la OTAN, ni Milosevic, ni ningún otro". Acusó Draskovic a los dirigentes del régimen de ser "los mayores ladrones y traidores a la historia de este pueblo". En referencia directa a Milosevic, gritó Draskovic: "Donde quiera que estés, Slobodan, ¿no ves desde tu búnker este mar de cabezas que exige libertad para Serbia".

Djinjic apeló a la unidad: "Toda la Serbia preocupada vigila hoy esta plaza y se pregunta si estamos bastante unidos. para llevar adelante el cambio. Nosotros les respondemos: Uníos a nosotros y estaremos suficientemente unidos". Añadió Djinjic: "Todos los que creen que este régimen debería ir al basurero de la historia deberían unirse a nosotros. Necesitamos expandirnos por Serbia y empezar a decir a la gente que este año traerá el cambio. No pararemos hasta vencer".