Una banda estafó 2.000 millones a más de 500 pequeños inversores

La policía calcula que son más de 500 los inversores privados de Madrid, San Sebastián y Pamplona que han sido víctimas de una estafa piramidal organizada por una banda que recaudó 2.000 millones de pesetas ofreciendo rentabilidades económicas de hasta un 10% mensual. Once personas vinculadas con la red, entre las que está el presunto máximo responsable, han sido detenidas. La banda organizaba desfiles de moda con las modelos más importantes para dar credibilidad a su empresa.

Las pesquisas de la Brigada de Delincuencia Económica y Financiera de la Dirección General de la Policía han concluido con la detención en Madrid del presunto cerebro de la red, Antonio Fontaneda Martínez, y de otras 10 personas relacionadas con estos hechos, entre ellas el principal captador de los capitales, Manuel Cid Conde, vecino de San Sebastián.Según ha constatado la investigación policial, Antonio Fontaneda es un oscuro empresario nacido en Palencia hace 45 años y afincado en Navarra que ya fue condenado en 1993 a siete años de prisión por delitos relacionados con el tráfico de drogas y la prostitución. Tras cumplir condena, cambió el orden de sus apellidos y creó el pasado año una estructura empresarial instrumental denominada Grupo Acai-3.

La banda captaba desde finales de 1999 capitales de inversores privados ofreciendo una rentabilidad muy superior a la normal del mercado. En concreto, entre el 5% y el 10% de interés mensual. Justificaba sus beneficios en actividades inmobiliarias inexistentes y en negocios relacionados con el mundo artístico.

El pago inicial de los intereses prometidos lograba convencer a los inversores, que aportaron unos dos millones de pesetas por término medio, desconocedores de que el dinero procedía de las paulatinas aportaciones de nuevos estafados.

La Policía sospecha que Fontaneda y su red han despilfarrado unos 1.800 millones de pesetas de su recaudación, manteniendo un elevado nivel de vida y financiando en este tiempo la celebración de numerosos certámenes y desfiles de moda y concursos de belleza como recurso para dar credibilidad a una trama empresarial inexistente. El último de estos eventos fue el Certamen de Moda de Navarra, que Fontaneda patrocinó con 100 millones de pesetas, y al que acudieron los principales personajes españoles de las revistas del corazón para ver desfilar a Sofía Mazagatos, Adriana Skleranikova o la Miss España, Helen Lindes, que lucieron ropa de los principales diseñadores españoles. Todos ellos fueron ajenos a la estafa.