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Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

La CDU se rehace

El Gobierno de Schröder vuelve a tener una oposición digna de ese nombre. La elección de Angela Merkel como presidenta de la CDU -tras la devastadora crisis desatada por los escándalos de financiación a través de donaciones secretas que manejaba Helmut Kohl- coloca por primera vez a una mujer al frente del partido democristiano, que ha gobernado Alemania durante 37 de los últimos 50 años. Además procede del Este, de la antigua República Democrática, y a sus 45 años simboliza el ascenso al poder de una nueva generación. Todos estos datos convierten su liderazgo en una novedad absoluta dentro de la democracia cristiana alemana. La ex ministra de Medio Ambiente llega con empuje y con algunas ideas, aunque aún sea pronto para hablar de su programa.En su discurso ante el congreso de la renovación de la CDU, en Essen, la que algunos describen ya como la Thatcher alemana mostró algunas de sus cartas. Merkel se proclama conservadora en un sentido profundo de preservación del Estado de bienestar alemán, y aunque defiende el cambio y menos impuestos, también se aferró a "las cosas que nunca cambian". Es decir, que, en la reconquista del poder, parte del centro. Defiende la ampliación de la Unión Europea al Este para los vecinos de Alemania en el año 2003 y la integración europea, pero con una visión nacional. Y sin disimulo se opone al ingreso de Turquía en la UE y reta a Schröder a debatir sobre la política de asilo y de inmigración para darle un sentido más restrictivo. Ante esta oposición, el Gobierno alemán tendrá ahora que esforzarse más.

Merkel tiene madera de política y puede dinamizar la CDU, anquilosada en el tiempo, aunque le queda un largo recorrido hasta su primera prueba de fuego: las elecciones generales en el año 2002. De momento, tras caer por debajo del 30% en los sondeos, la CDU se está recuperando; pero los socialdemócratas gobernantes aún le sacan ocho puntos. Tendrá Merkel una dificultad añadida: la de hacerse con su propio partido, pese al plebiscito de los delegados en Essen, que la eligieron por casi un 96%. El apoyo recibido de Edmund Stoiber y sus hermanos socialcristianos de Baviera es importante. Aunque la CDU no "está intacta", como pretende su presidenta, es una buena noticia que empiece a recuperarse. Ha sido uno de los elementos clave en la construcción europea y debe seguir siéndolo para la estabilidad de Alemania.

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