El juez García-Castellón devuelve el Atlético de Madrid a la familia Gil

El juez Manuel García-Castellón acordó ayer devolver el club Atlético de Madrid y sus sociedades filiales a Jesús Gil y Gil y su familia y sustituir la administración judicial que decretó el pasado 21 de diciembre por la fiscalización de las cuentas de las citadas entidades por dos interventores del Estado. El juez cesa al hasta ahora administrador Luis Manuel Rubí Blanc y le revoca los poderes concedidos, al tiempo que ordena el desbloqueo de las cuentas y saldos en metálico y bancarios del club y de sus sociedades filiales, así como de las cajas de seguridad o de otra índole que el club tuviere.

La decisión fue notificada a primera hora de la noche de ayer a Jesús Gil y su hijo, y para esta mañana han sido citados en el juzgado el resto de los imputados con la misma finalidad. La decisión del juez era esperada después del auto dictado el pasado viernes por la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, que ratificaba la legalidad de la administración judicial, aunque sugería su sustitución por "otra medida menos gravosa".El fiscal anticorrupción Carlos Castresana, a la vista de esta resolución de la sala, solicitó ayer mismo la anulación de la administración judicial y el cambio por una vigilancia en la gestión de Gil efectuada por funcionarios de la intervención del Estado, así como que se repusiera en sus cargos a los antiguos administradores.

El magistrado García-Castellón considera que se han cumplido los objetivos previstos al decretar la administración judicial, como eran el impedir que se pudieran reiterar los delitos de apropiación indebida, falsedad y estafa, indiciariamente cometidos; el evitar la destrucción de pruebas por parte de los antiguos administradores; asegurar y garantizar las responsabilidades civiles que puedan declararse en el proceso, y permitir el trabajo del administrador judicial sobre la situación y viabilidad del Atlético de Madrid.

"La imposición de una administración judicial a la entidad", dice el auto, "ha permitido conocer la situación patrimonial de la misma y constatar que su contabilidad no refleja la imagen fiel de aquélla, así como comprobar la existencia de prácticas [irregulares] reiteradas realizadas por los administradores removidos de sus cargos por auto de fecha 21 de diciembre del pasado año".

El juez considera que el momento actual es el idóneo para sustituir la administración judicial del club por una intervención, ya que la medida adoptada debe tener un alcance limitado en el tiempo y porque el administrador Rubí Blanc presentó ya el pasado 31 de marzo de 2000 el correspondiente informe sobre la situación del Atlético al que estaba obligado por la resolución de diciembre de 1999.

Luis Manuel Rubí y sus colaboradores, Fernando Elvira y Miguel Ángel Juane, abandonaron ayer con cierta decepción el que ha sido su lugar de trabajo durante los últimos 112 días. Se van convencidos de haber cumplido con la misión que se les encomendó. Ni el administrador judicial ni ninguno de su equipo quiso realizar declaraciones públicas sobre la decisión del juez García-Castellón. Rubí se reunió el lunes con el citado juez y el fiscal Carlos Castresana y les comunicó que estaba dispuesto a proseguir en su tarea y asumir las consecuencias sociales que su continuidad pudiera generar, incluido un posible descenso del equipo a Segunda División. No les convenció. García Castellón decidió ayer dar por terminado el trabajo de Rubí y devolver la gestión del Atlético a la familia Gil.

Jesús y Miguel Ángel Gil, después de que reciban el auto del juez de la Audiencia Nacional, tienen la intención de acudir esta noche al palco del Vicente Calderón para presenciar el partido de ida de las semifinales de la Copa del Rey que el Atlético disputará frente al Barcelona. El palco, desde que se produjo la administración judicial, estuvo vacío con la excepción del centenar de niños que fueron invitados para el partido contra el Athletic de Bilbao del pasado día 2.

Según fuentes de la defensa de Jesús Gil, "la familia del presidente se sentará mañana [por esta noche] en el palco como muestra de un objetivo fundamental, remontar moralmente al Atlético y restablecer la vida ordinaria de la entidad". En este sentido, Jesús Gil tiene previsto reunirse esta mañana con la plantilla para dar ánimos a los jugadores.