Enher se niega a soterrar la polémica línea de alta tensión de Les Gavarres
Enher no ha conseguido llegar a un acuerdo que permita desbloquear la construcción de la línea de alta tensión entre Juià y Castell d'Aro porque se niega tajantemente a soterrar el tendido en un tramo de unos cinco kilómetros que transcurre cerca del núcleo urbano de Cassà de la Selva (Gironès). Enher asegura que el soterramiento de esta polémica línea, que debe resolver las carencias energéticas de la Costa Brava, es posible técnicamente, pero, añade, resulta inviable económicamente a no ser que el Ayuntamiento esté dispuesto a financiar su coste.
Los directivos de la compañía eléctrica aventuraron ayer que el soterramiento del tendido en el tramo de Cassà de la Selva multiplicaría por 3 o por 4 el coste de un tendido aéreo y que podría situarse entre 500 y 1.000 millones de pesetas.El director general de Fecsa-Enher, Miquel Vila, no cree que el futuro de las líneas eléctricas, en una sociedad cada vez con más conciencia sobre la ecología y el respeto al medio ambiente, pase por el soterramiento de las líneas. Vila aseguró que es una falacia el binomio soterramiento-protección de la naturaleza y se refirió a la importancia que se concede a los estudios de impacto ambiental. El director general de Enher comparó los tendidos eléctricos con las vías de los trenes de alta velocidad y con las carreteras, que, señaló, no acostumbran a soterrarse.
Enher convocó ayer una conferencia de prensa para comunicar que la empresa ha puesto en marcha un plan de emergencia para responder de una manera inmediata a una avería en la actual línea durante las vacaciones de Semana Santa, cuando se prevé un incremento de consumo en el centro de la Costa Brava. En los últimos meses han proliferado las llamadas de alerta para que pueda concluirse el tendido de la línea en Llagostera y Cassà de la Selva, los dos municipios que mantienten paralizadas las obras.
Los responsables de Fecsa explicaron ayer que, si se produce alguna avería, el suministro no estará garantizado puesto que la zona afectada no se podrá alimentar por conductos alternativos. Enher informó de que en caso de gran avería, podrían verse afectados unos 53.000 clientes, entre los que se incluyen hoteles y empresas.
Envío de cartas
Los directivos de la compañía negaron que las cartas que han empezado a recibir los nuevos consumidores que solicitan conexiones -hasta el momento una veintena- supongan la denegación de suministro, sino que aseguraron que se trata sólo de una advertencia. En estas cartas, firmadas por el director de zona de Girona, puede leerse: "...adjuntamos el estudio técnico-económico correspondiente, pero no procederemos, contrariamente a nuestra voluntad, a la conexión de las nuevas instalaciones necesarias en la red de distribución existente hasta que no dispongamos de la línea Juià-Castell d'Aro en servicio". Los directivos de Enher reconocieron ayer que no pueden denegar altas hasta que lo autorice la Generalitat, que está estudiando la documentación presentada por la compañía.
Enher reiteró su confianza en que la línea, que necesita dos meses de trabajos para estar concluida, podrá entrar en servicio antes del aumento de suministro veraniego. En caso contrario, según la empresa, la actual red sufriría un colapso que podría afectar a una treintena de municipios.
El plan de emergencia de Semana Santa entrará en vigor el 14 de abril y se prolongará hasta el día 25. Entre las medidas establecidas figura una previsión de material de recambio para posibles averías: postes, conductores eléctricos, transformadores y grupos electrógenos. El equipo humano disponible será de un centenar de personas.
