Evento 2002

El ayuntamiento de Sevilla no dispone todavía de presupuesto del año 2000 y hace ya más de ocho meses desde que se constituyó la nueva Corporación. Alfredo Sánchez Monteseirín es alcalde de la ciudad tras alcanzar el PSOE un pacto con el Partido Andalucista. Desde julio del pasado año han sucedido muchas cosas en ese Ayuntamiento, pero no ha habido tiempo para que los dos partidos que tienen la responsabilidad de gobernar la capital de Andalucía lleguen al acuerdo presupuestario. ¿Dónde está la responsabilidad de que los ciudadanos no sepamos a qué atenernos todavía respecto a las cifras de funcionamiento de la ciudad?Mientras, el ilustre alcalde anuncia que para el año 2002 la ciudad va a conmemorar el décimo aniversario de la Expo 92 y para ello nos anuncia la constitución de una comisión que preparará una magna función con los representantes de todos los países que participaron en la muestra. De ese modo, declara la máxima autoridad, se demostrará que todo lo que se hizo en la isla de la Cartuja ha servido para hacer rentable aquella inversión. A la vez, el Instituto de Fomento de Andalucía, hoy mismo, tiene que salir a cubrir las espaldas de tres Cajas de Ahorros que han recogido los restos de aquel luminoso invento llamado Isla Mágica. Nuestras autoridades municipales sevillanas hacen esfuerzos denodados para afianzar esa opinión foránea de que el sevillano es extraordinario para celebrar el pasado con todo el ceremonial necesario pero poco preparado para construir el futuro. Si no hay presupuesto todavía para el 2000 no pasa nada; lo importante es celebrar, conmemorar, rememorar lo que ya no puede volver a ser.

No dudo de que en el joven equipo de gobierno de esta ciudad existe la mayor voluntad del mundo para sacar adelante los necesarios presupuestos, pero la tienen que demostrar, pues de lo contrario nos obligan a pensar que ni ellos saben qué pintan en la Plaza Nueva. Con Soledad Becerril en el Congreso de Madrid, Alejandro Rojas Marcos haciendo túneles para el Metro y Luis Pizarro con la pata rota, el gobierno municipal lo tiene fácil para conseguir lo que quiera. Si no lo hace, lo correrán a gorrazos.