_
_
_
_
Reportaje:MUJERES

Radiografía de la española maltratada

Las asociaciones de mujeres cuestionan los resultados de la primera encuesta del Gobierno sobre violencia doméstica

Amaya Iríbar

Cerca de dos millones de españolas son mujeres maltratadas. Se trata de la primera estimación oficial de un problema que sacude a la opinión pública por oleadas desde hace tres años y que ahora el Gobierno ha conseguido calibrar por primera vez a través de una macroencuesta. El estudio La violencia contra las mujeres, hecho público esta semana por el Instituto de la Mujer, concluye que el 12,4% de las españolas mayores de 18 años (alrededor de 1.865.000) sufren alguna forma de maltrato familiar, casi siempre de manos de sus maridos o compañeros sentimentales, en muchos casos duradero y a veces inadvertido hasta por la propia víctima. A la pregunta de si habían sufrido alguna agresión en su entorno más cercano durante el último año, el 4,2% (640.000 mujeres) contestó que sí. Unas cifras que se quedan cortas, según las asociaciones de mujeres.Estos números, extraídos de las respuestas de 20.552 mujeres, no han sorprendido por su magnitud ni al Gobierno ni a las asociaciones y no difieren mucho de los de otros países europeos, subrayó en su presentación la presidenta en funciones del Instituto de la Mujer, Pilar Dávila.

Más información
FOTO SIN TITULO
Test para víctimas
5.000 nuevos abogados de oficio sólo para mujeres
5.000 abogados de oficio defenderán a las españolas maltratadas

La distancia que separa ambas orillas, la oficial y social, es mayor en relación al perfil de las víctimas: según el estudio, una mujer que ya ha cumplido los 45 años, con pocos estudios y que tiene en su casa su trabajo. Es una imagen "de otra época", se queja la presidenta de la Federación de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas (FAMSD), Ana María Pérez del Campo. Y le da la razón la portavoz en la materia del Consejo de la Mujer de Madrid, que agrupa a 73 organizaciones, Teresa Heredero: "Las asociaciones no tenemos la capacidad de hacer un estudio de esta envergadura, pero vivimos el día a día de las víctimas y esa realidad no es la que refleja la encuesta".

Víctimas sin perfil

Los expertos no se cansan de repetir que la violencia doméstica se da en todas las clases sociales, que no hay una única imagen que defina a las víctimas. "Tratar de dar un perfil de la mujer maltratada es tendencioso", opina Heredero. El Instituto de la Mujer concluye, sin embargo, que "el [bajo] nivel de estudios está claramente asociado con la violencia doméstica", por ejemplo, y que "tiene una incidencia especial en el tramo de edad comprendido entre 45 y 64 años".

Los datos de la FAMSD contradicen este último extremo: de las 198 mujeres que han pasado por su centro de atención desde 1991, el 68% tenían 30 o menos años, el 80% trabajan y sólo el 7% no tiene ningún tipo de estudios. La razón del abismo que separa ambos tipos de mujer podría estar en el hecho de que las mujeres que llegan a un centro son las que sufren el problema en su forma más grave: han tenido que huir, ocultarse durante año y medio en una casa que no aparece en el callejero y, sobre todo, han dado el paso de denunciar.

Entre los objetivos del estudio está precisamente cuantificar las situaciones de maltrato que no acaban en un juzgado, en algunos casos porque no son considerados ni un delito ni una falta. "Lo que no nos han dicho es cuántas mujeres se han negado a contestar al cuestionario", dice Pérez del Campo para hacer evidente esa realidad.

La macroencuesta, un compromiso que el Gobierno adquirió hace un par de años en el Plan de Acción contra la Violencia Doméstica, fue el último paso. Para confeccionar el cuestionario que respondieron más de 20.000 mujeres -una cuota fija de 300 por comunidad autónoma y el resto seleccionadas en función de la población- antes se analizó el problema, se realizó un análisis cualitativo a partir de entrevistas con expertos y mujeres maltratadas y se sometió un primer modelo a un grupo de 100 mujeres.

El cuestionario final se dividió en cuatro partes, dirigidas a estimar el número de mujeres que sufren violencia familiar, conscientes o no (lo que los investigadores han llamado mujeres técnicamente maltratadas); el de aquellas que aseguran haber sufrido alguna agresión el último año; una tercera a definir las características del maltrato y finalmente una cuarta a describir sus síntomas.

Pareja culpable

Los profesionales que trabajan con las víctimas suscriben en parte los resultados obtenidos de las dos últimas partes del cuestionario: el culpable de las agresiones es en la mayoría de los casos la pareja sentimental, esté la víctima casada o no (el 74,2% de las técnicamente maltratadas y el 52% de las que reconocen agresiones concretas). Otro dato en el que hay coincidencia es la duración del maltrato: casi nunca es esporádico. La encuesta afirma que más de un 70% de las maltratadas sufren agresiones desde hace más de cinco años y menos de un 10% lo hacen desde hace menos de uno. Según los datos europeos que maneja el Consejo de la Mujer de Madrid, la media es de 10 años.

Todos los consultados admiten también que las mujeres maltratadas sufren en mayor proporción que la población femenina general algunos síntomas, como dolores de cabeza, angustia o depresión, dolores de espalda o en las articulaciones, irritabilidad o inapetencia sexual, entre otros. De los 10 males que menciona el estudio sólo el de la gripe aparece sesgado, según Pilar Pérez Cayuela, uno de los médicos que participó en la elaboración del protocolo del Insalud para detectar a las víctimas de la violencia doméstica en Atención Primaria.

Las asociaciones critican, pues, los resultados de un estudio que, según ellas, había que haber realizado hace años y no debía haber olvidado a los hijos de las víctimas, que sólo aparecen cuando maltratan a su vez, además del padre. Por el contrario, ni el Ministerio del Interior, ni la Fiscalía General del Estado, que llevan su propia estadística sobre el problema, se atreven a valorarlos.

El año pasado, algo menos de 25.000 mujeres pasaron por comisaría o por un cuartel de la Guardia Civil para denunciar a sus compañeros sentimentales, actuales o pasados, por amenazarlas o apalizarlas. 42 murieron. La encuesta es un intento de abrir los ojos a una violencia que suele quedar en casa. Y la base, esperan las asociaciones, para definir políticas que vayan más allá de la atención a las víctimas.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Amaya Iríbar
Redactora jefa de Fin de Semana desde 2017. Antes estuvo al frente de la sección de Deportes y fue redactora de Sociedad y de Negocios. Está especializada en gimnasia y ha cubierto para EL PAÍS dos Juegos Olímpicos y varios europeos y mundiales de atletismo. Es licenciada en Ciencias Políticas y tiene el Máster de periodismo de EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_