Incógnita despejada

Las votaciones para la constitución de la mesa del Parlamento no suelen interesar a los ciudadanos, en especial cuando los rsultados de las elecciones han sido claros y no hay dudas políticas sobre la composición de la misma.Y sin embargo, dichas votaciones son muy indicativas de por dónde van a ir los tiros y de qué tipos de alianzas, más o menos formalizadas, se van a producir a lo largo de la legislatura. La presencia del PNV en la pasada legislatura en la mesa del Congreso de los Diputados y su ausencia en ésta es un buen botón de muestra.En dicha votación el PP ha certificado el acoso, también institucional, al PNV.

Pero, para votación expresiva, la producida el pasado jueves en la constitución de la mesa del Parlamento de Andalucía. Aunque el PSOE ha ganado con claridad las elecciones autonómicas y no hay duda de que es el único partido que puede formar Gobierno, es claro que no las ha ganado de la misma manera en que el PP ganó las elecciones generales y, en consecuencia, quedaba por despejar la incógnita de si el PSOE iba a formar Gobierno en solitario o si, por el contrario, iba a formar un Gobierno de coalición. Y en caso de que hiciera esto último, con quién, si con IU o on el PA.

Esta incógnita es la que quedó despejada el pasado jueves. La repetición del PA en la vicepresidencia de la Cámara, a pesar de ser el partido con menor representación parlamentaria, únicamente resulta explicable desde la perspectiva de la reedición del pacto de gobierno de la pasada legislatura.

Es posible que la incógnita no esté completamente despejada y que todavía no se haya llegado a tomar definitivamente la decisión ni por el PSOE ni por el PA. Pero lo que el PSOE sí ha dejado claro es que, en ningún caso, va a contar con IU como posible socio. Si todavía no ha llegado a un acuerdo con el PA, lo que sí ha querido indicar con la votación del candidato de este partido para la vicepresidencia de la Cámara es que la puerta para alcanzar un pacto de gobierno está abierta. Por el contrario, al excluir al IU, ha querido dejar asimismo claro que la puerta está cerrada.

IU no sólo perdió el 12-M, sino que ha perdido también en la interpretación política de los resultados, que tienen una transcendencia extraordinaria cuando no hay ningún partido que alcance la mayoría absoluta. IU todavía está pagando la factura del 94. En esa legislatura, el PSOE perdió por primera vez la mayoría absoluta en Andalucía y únicamente podía formar Gobierno con IU, que se encontraba en condiciones de haber exigido un mínimo de cuatro consejerías. Su decisión de entonces de aliarse con el PP para "gobernar desde el Parlamento", en lugar de entrar en el Gobierno con el PSOE, le ha llevado a donde le ha llevado: a ceder su posición en el sistema político andaluz al PA y a condenarse a la marginación más absoluta. Le va a ser muy difícil salir de ella.