Humillación
Soy una mujer de 47 años y en paro; como yo, otras ciento y pico de mujeres nos presentamos en la dirección y a la hora indicada con nuestro currículum en la mano en respuesta a un anuncio publicado en su periódico el 26 de marzo y esperando tener una entrevista. A las 12.05 estábamos las más de cien mujeres en fila desde el primer piso hasta el principio de la calle, como una fila de hormiguitas; a las 12.10 aproximadamente, las primeras que entraron salieron en un minuto, pues se requería tener un máximo de 26 años, con lo cual a las 12.15 se disolvió la fila, pues todas pasábamos de esa edad.Si los señores empresarios alguna vez sufrieran en su persona lo humillante que es tener que guardar esas interminables colas para pedir un trabajo que necesitas y seguramente por un sueldo miserable, por lo menos tendrían más consideración al publicar sus anuncios y dirían claramente lo que exigen, así no nos harían perder el tiempo de esta manera, añadiendo otro daño más a la frustración de no encontrar trabajo, pues estar en el paro no significa estar parado, todos tenemos otras muchas cosas que hacer.- .
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.