División entre los diputados de CiU por la estrategia ante la investidura

El jefe de filas de Convergència i Unió en el Congreso, Xavier Trias, tuvo que sortear ayer las críticas de algunos miembros del grupo parlamentario que rechazaron su propuesta para el debate de investidura de José María Aznar. Mientras Trias defendió la necesidad de que los cuadros de Convergència den plena libertad al grupo parlamentario para decidir el sentido del voto, otros diputados apostaron por que sean la ejecutiva y el consejo nacional de Convergència los que determinen si apoyan o no al presidente del Gobierno.

En vísperas de las reuniones de la ejecutiva y del consejo nacional de este fin de semana, el ambiente que se respira entre la dirección nacionalista es de inquietud. Inquietud relativa, porque los dirigentes de CDC están convencidos de que los cuadros del partido acabarán votando lo que Jordi Pujol haya sugerido. No obstante, no esconden su preocupación por el grado de oposición que pueden encontrar. En la reunión del grupo parlamentario de ayer ya se evidenciaron las distintas sensibilidades que conviven en Convergència. En Unió las cosas están más claras. Los socios democristianos de CDC decidirán el próximo lunes apoyar la investidura de José María Aznar.

Pero ayer Trias no lo tuvo fácil para imponer sus tesis. "Puede ser bueno que la ejecutiva o el consejo nacional nos aconsejen sobre lo que se tiene que hacer, pero debemos tener capacidad de maniobra. Este voto de investidura es concreto y no comporta un pacto de Gobierno", explicó el presidente del grupo parlamentario en conferencia de prensa, pero confesó que su propuesta no había cosechado unanimidad. Así, Trias dijo que el voto de CiU se determinaría a partir del discurso que pronuncie Aznar en el debate de investidura.

Por el contrario, otros diputados, especialmente Josep López de Lerma y los democristianos, defendieron la necesidad de que sean los órganos del partido los que decidan si se vota a favor de la investidura o se opta por la abstención. La ejecutiva de Convergència decidirá finalmente esta tarde cuál de las dos propuestas se votará en el consejo nacional de mañana.

La reunión fue especialmente tensa cuando se discutió el funcionamiento interno del grupo parlamentario. Los diputados Ignasi Guardans y Carles Campuzano criticaron al anterior presidente del grupo y actual concejal en el Ayuntamiento de Barcelona, Joaquim Molins, y calificaron de "muy personalista" y "poco democrático" el sistema de toma de decisiones.

Trias pidió a todos los diputados que le hicieran llegar sus propuestas para elaborar el discurso que pronunciará en el debate de investidura, previsto para los días 25 y 26 de este mes.