El radiólogo jefe de un hospital de Alicante manda resonancias a la firma de un socio. El responsable de radiología del General de Alicante es socio de un diputado del PP en otra empresa
Intereses públicos y privados se entremezclan en la sanidad valenciana. José Francisco Verdú Bellod es el actual jefe en funciones del servicio de radiología del hospital General de Alicante y responsable de todos los diagnósticos por resonancia magnética que encarga el centro. Verdú es socio -en el Instituto Radiológico, SL- de Enrique López Martinez, gerente de Inscanner, la firma concesionaria en exclusiva de las resonancias encargadas por Sanidad en Alicante.La línea divisoria entre los intereses públicos y privados en el Servei Valencià de Salut cada vez resulta más imperceptible. Esta situación se muestra de forma más evidente en la especialidad de la radiología en la provincia de Alicante. José Francisco Verdú ocupa actualmente el puesto de jefe de servicio en el hospital General de Alicante de forma interina. A pesar de no haber sido confirmado de forma oficial por la gerencia del centro, es el responsable del servicio desde que se hizo efectiva la excedencia de su antecesor en el cargo, el doctor Francisco Fernández Latorre, el pasado 1 de noviembre de 1999. Desde entonces, como máximo responsable, es el encargado de dar el visto bueno y firmar las solicitudes de diagnóstico mediante resonancia magnética.
El destino de estos documentos no es otro que la empresa Inscanner, SL, concesionaria en exclusiva de la práctica de resonancias para los centros sanitarios públicos de la provincia de Alicante desde 1994 y encargada de practicar los diagnosticos por imagen. A la cabeza de Inscanner se encuentra Enrique López, administrador único de la firma, que fundó junto al propio Verdú y el diputado popular Luis Concepción, entre otros. La relación entre López y Verdu se extiende al ser ambos vocal y administrador único, respectivamente, del Instituto Radiológico, SL. De esta forma, Verdú estaría enviando pacientes a practicarles pruebas a la clínica que controla su socio y de la que formó parte.
La estrecha conexión entre lo público y lo privado en la relación existente entre el jefe del servicio de radiología del hospital General de Alicante, José Francisco Verdú, último responsable de los diagnósticos mediante resonancia magnética que solicitan los médicos del centro, y su socio en el Instituto Radiológico, SL, Enrique López, gerente de la empresa que realiza las resonancias encargadas por Sanidad en Alicante -Inscanner-, cuenta también con una vertiente política.
El diputado del Partido Popular y presidente de la comisión de Sanidad de las Cortes Valencianas, Luis Concepción, no sólo fue cofundador junto a López y Verdú de Inscanner en enero de 1981. La relación con el actual responsable en funciones de radiología del centro alicantino se extiende a una empresa de la que ambos forman parte. El diputado popular es vocal de la firma Discanner, SA, mientras que Verdú ocupa la vicepresidencia de esta firma que tiene como objeto social la "explotación de aparatos de diagnóstico por imagen", según figura en el registro mercantil. Ambos cuentan con una fecha de inscripción común, que data del día 5 de septiembre del año 1991.
Jefe por designación
Verdú es radiólogo intervencionista y ocupaba el puesto de jefe de sección de radiología en el hospital alicantino antes de que quedara vacante la plaza de jefe de servicio. Al obtener una excedencia el anterior responsable, ejerce "a todos los efectos" de jefe de servicio -pese a no haber accedido a este puesto a través de un concurso-oposición- de forma interina desde hace cinco meses gracias a su "designación a dedo", según fuentes consultadas. Este diario confirmó ayer este hecho: al preguntar en el hospital por el jefe de servicio de radiología, fue remitido directamente al despacho que ocupa Verdú.
El puesto que ocupa Verdú es determinante ya que a él le corresponde filtrar las solicitudes de resonancias dando el visto bueno a las peticiones cursadas por los especialistas o recomendando otro tipo de diagnóstico (rayos X, TAC). De esta forma, de él depende el número de pacientes que se remitan a Inscanner para ser diagnosticados y, consecuentemente, la facturación que remita a Sanidad por las resonancias magnéticas practicadas la empresa que el propio Verdú fundó.
El precedente del 'caso Inscanner'
Las relaciones entre el lucrativo negocio de las resonancias privadas y el Partido Popular salpicaron a finales de octubre pasado al diputado Luis Concepción. Pese a que en el registro de la propiedad constaba que sus tres hijos eran propietarios del 30% de las acciones de Inscanner, Concepción esgrimió un documento notarial para demostrar que se desvincularon de la sociedad cuando el diputado decidió dedicarse a la política. "Antes de tomar posesión como diputado vendí las acciones de mis hijos", afirmó. Estas explicaciones no calmaron las críticas de la oposición que pidieron la dimisión de Concepción apelando a su falta de ética.Las sombrías relaciones entre el diputado y el negocio de la resonancia en Alicante -Inscanner como concesionario exclusivo de Sanidad para practicar resonancias encargadas por centros públicos en la provincia de Alicante facturó 465 millones de pesetas al Consell en 1998 y 302 millones en 1997- forzaron la comparecencia del consejero de Sanidad. José Emilio Cervera, sin embargo, no calmó a la oposición y mucho menos al colectivo de radiólogos de centros públicos, que exigen desde hace una década la inversión en resonancias públicas. Entonces, el consejero apostó por introducir resonancias privadas en los principales hospitales públicos y mantener el sistema de conciertos para los comarcales. Poco más tarde incluso aventuró la fecha en la que los equipos privados y su personal entrarían en los hospitales: junio de 2000.
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