"Me impresionó que mi hijo ya no supiese cómo llamarme"

"Mi hijo tiene que lograr ahora seguridad física y mental, algo que no ha tenido en el largo año que ha estado con su padre", decía ayer Myriam Emparanza, madre de Eneko Baumgart, el niño de siete años que fue secuestrado por su padre y entregado al líder de un grupo integrista islámico del Yemen. El ciudadano alemán Axel Baumgart se encuentra encarcelado en la prisión de Herford, a la que fue trasladado después de ser expulsado de la capital yemení.Axel Baumgart incumplió en las Navidades de 1998 el régimen de visitas que tenía asignado por orden judicial y huyó de España con el menor. Entonces, la juez de San Sebastián Nieves Uranga dictó una orden internacional de busca y captura contra Baumgart como presunto autor de un delito de secuestro, detención ilegal y coacciones. Myriam Emparanza, que reside en San Sebastián, localizó hace cuatro meses al padre de su hijo a través de Internet en Yemen y se trasladó a ese país. Antes había recorrido varias ciudades europeas a las que su ex compañero había visitado para lograr visados de entrada a Yemen.

Las negociaciones mantenidas por los Gobiernos español y yemení, y la batalla llevada a cabo por la familia Emparanza desde que desapareció uno de sus miembros, han posibilitado que hoy Eneko se encuentre en el domicilio de Legazpia (Guipúzcoa) jugando con sus primos y comiendo golosinas.

Con voz entrecortada, Myriam Emparanza relató ayer los encuentros que mantuvo con su hijo en Sanaá antes de que se lo entregasen definitivamente. El primero fue en casa de un juez islámico que le advirtió de que se "quitase de la cabeza" que iba llevarse al niño de Yemen. Meses antes, Axel Baumgart y su hijo se habían convertido al islamismo durante su estancia en el citado país árabe.

"Tenía mucho miedo, porque en esos casos el rechazo suele ser automático. Pero no fue así, estaba tenso y con una sonrisa nerviosa. Me impresionó que mi hijo ya no supiese cómo llamarme y balbucease antes de lograr decir ama (mamá)", aseguró Myriam. Durante el tiempo en que Eneko estuvo con su padre aprendió árabe, se comunicaba con él en alemán y había olvidado las otras dos lenguas en las que él se desenvolvía hasta su llegada a Yemen, el español y el euskera.

El segundo encuentro se produjo en casa del jeque Abdalá Bin Hussein al Ahram, jefe del Parlamento del Yemen. Para entonces, Axel Baumgart había sido detenido y expulsado del país. Antes de abandonar la república arábiga entregó un documento al líder islámico en el que le rogaba que bajo ningún concepto diese el niño a la madre. Las leyes de ese país otorgan la patria potestad de los menores de nueve años a los hombres, y tan sólo pasan a manos de la madre si el padre no se encuentra en el país.

El ciudadano alemán, licenciado en Teología en su país, ejerció de pastor en una iglesia alemana. Impartió clases de kinesiología en San Sebastián y mantuvo unas turbulentas relaciones con los vecinos de Betelu, localidad navarra en la que residió antes de abandonar definitivamente España.

Las múltiples conversaciones mantenidas entre las autoridades yemeníes y el presidente del Parlamento posibilitaron que Eneko volviese el sábado a los brazos de su madre. Fue entregado vestido con una chilaba y un cuchillo en la cintura, al igual que un niño yemení de su edad. El pequeño sólo ha preguntado en una ocasión por su padre; Myriam cree que poco a poco tendrá que explicarle todo lo que ha ocurrido y en la situación en la que se encuentra. "Los niños nos aceptan a los adultos tal como somos. Me dijo que quería saber la verdad, lo que dio pie para empezar con historias, dentro de lo que se puede contar a un niño".

Myriam Emparanza recordó ayer a los dos centenares largos de mujeres que en España sufren una situación similar a la que ella ha padecido y por ello solicitó un cambio de la actual legislación. En España no se contempla como secuestro el incumplimento del régimen de visitas y el retraso en la entrega de los menores a quien tiene la patria potestad. Reclamó debates para que la sociedad conozca que es necesario modificar la ley para que se proteja a los menores.

Myriam Emparanza puede solicitar en el juzgado de familia la privación de la patria potestad o un cambio en el régimen de visitas que tiene asignado el padre, para evitar que una vez que Axel se encuentre en libertad pueda llevarse al niño y repetir la historia.

Baumgart, que se encuentra en prisión preventiva, será juzgado en Alemania por el delito del que ha sido acusado en España. En ese país, la acción realizada por Axel Baumgart es considerada un secuestro y está penada por la ley. La familia Emparanza, según la abogada Esperanza Ezquerecocha, estudia personarse en la causa que se siga contra Baumgart.

Ayer, Eneko seguía jugando con sus primos y lo hará, según la madre, hasta que poco a poco vaya recuperando la vida que tenía antes de viajar por Indonesia y Yemen.