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La Fundación Miró crece con 23 obras de la colección Katsuta y 2 de familiares del pintor El centro ampliará sus instalaciones para acoger el depósito del empresario japonés

La Fundación Miró de Barcelona cumplirá este año su 25º aniversario. El acto central será la inauguración de la ampliación de su edificio para acoger el préstamo de 23 obras de la colección de la galería K.AG, fundada por el empresario japonés Kazumasa Katsuta, y dos obras en depósito de Maria Dolors Miró y de Joan Punyet Miró, hija y nieto del artista. En conjunto, 25 obras para celebrar 25 años. Difícil encontrar mejor regalo de cumpleaños. Para acoger este depósito, el centro ganará unos 620 metros cuadrados, la mayoría en las plantas subterráneas.

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Era una noticia esperada, aunque no por ello dejó de ser celebrada ayer. Desde hacía algunos meses se conocían las negociaciones entre los responsables de la Fundación Miró y el coleccionista japonés Kazumasa Katsuta, patrono de la entidad con la que ha colaborado cediendo obras para tres exposiciones. Finalmente, la negociación se ha cerrado y de la amplia colección de Katsuta -la más importante del mundo de obra mironiana que se mantiene en manos privadas- se han seleccionado 23 obras, datadas entre 1914 y 1974, que servirán para completar importantes vacíos en la colección del centro, siempre escasa de presupuesto para adquisiciones. El préstamo se realiza a un plazo de nueve años, renovable.Entre las obras seleccionadas destacan, por citar algunas de las más significativas, Paisatge de Mont-roig (1914), Peinture (1927), Dessin-collage (1933), L'homme à la pipe (1934), Le rouge des hirondelles et le rose irisé (1947), Le ciel entrebâillé nous rend l'espoir (1954), L'aile de l'alouette encerclée du bleu d'or rejoint le coeur du coquelicot endormi sur la prairie parée de diamants (1967), Cheveu poursuivi par deux planètes (1968), Le sourire d'une larme (1973) y Paysage dans la nuit (1974).

Se da la circunstancia, además, de que Joan Punyet Miró deposita el óleo Goute d'eau sur la neige rose (1968), un cuadro que Miró realizó e ideó de forma paralela al Cheveu... por lo que ambas obras, de las que la fundación cuenta con todos los dibujos preparatorios, podrán exhibirse ahora juntas. El depósito de la hija del artista es igualmente fundamental ya que se desprende de Poble i església de Mont-roig (1919), obra considerada capital para entender el momento de transición entre la obra catalana y la parisiense de Miró.

Sala K

Para poder acoger estas obras era necesario ampliar las instalaciones ya que el préstamo de Katsuta exige que las obras de su colección se exhiban de forma unitaria en una sala separada del resto. El espacio elegido, que llevará el nombre de Sala K, será una nueva estancia erigida sobre la cafetería (ésta también ganará espacio) que será de mayor altura que el resto para facilitar la instalación de al menos una escultura de gran formato aún por decidir. La colección Katsuta ocupará esta nueva sala y la que actualmente acoge la colección de homenaje a Miró que cierra el recorrido de la exhibición permanente.

El arquitecto encargado de la ampliación es Jaume Freixa, vicepresidente del patronato de la fundación y autor de la anterior ampliación del edificio, en 1988. "Hace 12 años se hizo una intervención de envergadura en la que prácticamente se dobló la superficie del edificio", explicaba ayer Freixa, que fue colaborador de Josep Lluís Sert, el arquitecto que diseñó inicialmente la fundación. "La ampliación de ahora, en comparación, es muy pequeña. Se ganan unos 620 metros cuadrados, de los que sólo 170 serán visibles porque gran parte de las intervenciones son subterráneas". De hecho, se interviene en cuatro puntos del edificio y se gana espacio construyendo nuevos espacios subterráneos debajo de los patios. Todo ello permitirá instalar la colección de homenaje a Miró -con 46 obras de 42 autores- en el espacio que antes ocupaba el archivo de grabados, que ahora deberá reformarse para facilitar el acceso del público. También se ganará espacio para ampliar la sala de máquinas y varios almacenes, pero en conjunto el aspecto exterior del edificio sólo se modificará ligeramente, aunque se racionalizará el recorrido expositivo interior.

El coste de las obras asciende finalmente a unos 250 millones de pesetas, cuya financiación correrá a cargo de las instituciones públicas. Han confirmado sus aportaciones la Generalitat de Cataluña, el Ayuntamiento y la Diputación de Barcelona. Se está a la espera de negociar la participación del Ministerio de Educación y Cultura, que el resto de las administraciones da por segura ya que en los últimos cuatro años el ministerio ha mostrado especial sensibilidad por la obra de Miró con la adquisición, para el Museo Nacional Reina Sofía de Madrid, de tres obras del artista que han costado 1.643 millones de pesetas.

En cualquier caso, el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, Ferran Mascarell, aseguró ayer que esta entidad y la Diputación asumirán sólo un tercio del coste de las obras -la mitad si no entra el ministerio- ya que considera que son los gobiernos, estatal o autónomo, los que deben realizar el principal esfuerzo presupuestario.

Las obras se iniciarán en junio de este año y está previsto que acaben en la primavera del año que viene para poder inaugurar la ampliación en junio de 2001 como colofón a los actos que se celebrarán durante este año con motivo del 25º aniversario de la fundación.

Susanna Saez
El Pais
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