La televisión navarra será digital, por cable y la gestionará una empresa privada
Trescientos millones de pesetas de presupuesto anual, emisión a través del sistema digital terrestre y concurso público entre empresas privadas del ramo para adjudicar la realización y gestión de los programas son las claves de la que será la televisión pública de Navarra, según el acuerdo parlamentario impulsado por regionalistas y socialistas. Todos los partidos de la comunidad foral coinciden en que la ciudadanía navarra desea disponer de un canal propio de televisión. De hecho, la oposición no se ha opuesto al acuerdo.
Navarra es consciente de la imposibilidad económica de crear una televisión propia tradicional aprovechando el canal autonómico o tercer canal, vía que ha quedado desechada. Los informes técnicos y la voluntad política de UPN y PSN plantean la titularidad pública, pero con la gestión privada de un canal que llegará a los hogares por cable y con tecnología digital terrestre. Y no sólo brindará informativos propios y contenidos netamente navarros que contribuyan a difundir la "identidad diferenciada" de la comunidad, según reitera el portavoz parlamentario de UPN, Alberto Catalán, sino que se pretende que ofrezca, de forma integrada, otros programas y servicios, como la telecompra, telebanca o el acceso a Internet.En el origen del empeño de UPN por crear en esta legislatura una televisión autonómica está el deseo de contrarrestar la fuerte influencia de las emisiones de ETB, que se capta desde hace años en prácticamente todo el territorio navarro. Por ello, la exposición de motivos de la moción socialista que UPN apoyó en el Parlamento señala que la comunidad foral "necesita" una televisión "como instrumento para la difusión de la identidad cultural de Navarra".
Hace ya un año que la empresa gallega Norsistemas ganó el concurso para elaborar el anteproyecto de explotación del servicio público de televisión digital terrestre. La empresa semipública Retena se adjudicó ya en su momento el oportuno concurso para la extensión de la televisión por cable.
Lo más lógico, según algunos de los partidos consultados, es que pueda ser Retena a través de su red híbrida de cable coaxial y fibra óptica la que acabe ofreciendo en su paquete de servicios la nueva televisión a los municipios en los que, progresivamente, va tendiendo sus redes. Retena divide su capital entre el sector público (Caja Navarra, Sodena y Capital navarra) y el privado (Cementos Portland, Irutel y La Información SA). La legislación ampara la creación de estos canales públicos por cable en el sistema digital en las diversas autonomías.
De este modo, el Consejo General Audiovisual de Navarra tendrá características propias de un Consejo de Administración del nuevo ente, deberá realizar el seguimiento de los convenios existentes con RTVE y tendrá un protagonismo directo en la adjudicación de la gestión de los canales.
Para defenderse de las críticas recibidas, UPN ha reiterado que la Hacienda Foral no puede pagar más de 300 millones de pesetas anuales para este cometido, lo que obligará a dejar la gestión de los programas en manos de una empresa privada.
Defensa de la identidad
"Hay que defender la identidad de Navarra y reflejar los valores históricos y políticos propios", manifiesta Catalán, "y el objetivo esencial es tener un medio audiovisual que refleje esa realidad de forma veraz". El portavoz de UPN defiende la libre competencia del mercado a la hora de ofrecer proyectos. "Habrá control público, pero el protagonismo de la gestión corresponderá a la iniciativa social que se ajuste a esos requisitos", dice.
Juan José Lizarbe, secretario general del PSN, reitera que la cogestión obedece a una ley de "puro pragmatismo". "Es una cuestión de dinero", añade. "Hoy en día algunas empresas televisivas emiten programaciones sin que el Parlamento tenga control alguno sobre sus contenidos, querámoslo o no", apostilla.
En la actualidad, coexisten en Navarra las emisiones de ETB con las de TVE, que mantiene un convenio anual financiado por el Gobierno foral que permite desconexiones diarias de dos horas con contenidos regionales. Además, una televisión privada local, Canal 4, difunde sus emisiones en Pamplona y su comarca y existen varias televisiones locales repartidas por el territorio de la comunidad autónoma.
Los miedos políticos
Los partidos nacionalistas no ven la cuestión del mismo modo que los socialistas y UPN. "Será un medio que practicará todavía más el apartheid mediático hacia opciones políticas que no sean las que defiende el Gobierno de UPN", indicó Félix Puyo, portavoz de EH. "La titularidad y la gestión públicas son un objetivo irrenunciable", considera la parlamentaria navarra y presidenta de EA, Begoña Errazti."Hay una ambigüedad calculada", añade el ex presidente Juan Cruz Alli, líder de CDN. "Se va a dar un cheque en blanco al Gobierno para que regule por decreto un consejo que debería regularse por ley foral, con el agravante de que ya se reprobó la pasada legislatura al consejero del ramo
por el reparto de licencias de radio en FM", añadió Alli.
Sin embargo, Juan José Lizarbe, secretario general de los socialistas navarros, se defiende: "Es el momento de pasar a los hechos. Queremos una televisión pública de costes racionales y asumibles".
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